Ningún problema es eterno*. ¿Usted se acuerda cuál era el problema que le preocupaba hace diez años atrás? ¿Hace cinco? ¿O incluso el año pasado, en esta fecha? Probablemente no.

Usted no se acuerda porque la vida pasa, y con ella los problemas también. Los viejos problemas van dándoles lugar a los nuevos. Algunos vuelven, otros persisten por algún tiempo más, pero todo eventualmente pasa. Así será también en breve con los problemas que usted está enfrentando hoy.

Por lo tanto, usted puede tener esperanzas. Puede estar seguro de que dentro de unos días, semanas o meses, las luchas que usted está pasando ahora serán solo vagos recuerdos.

Claro, eso no significa que usted debe cruzarse de brazos y simplemente esperar que sus problemas se resuelvan por sí mismos con el tiempo. Es necesario luchar, formar estrategias para vencer, organizarse, tomar actitudes de coraje, enfocarse en la solución. Pero el comienzo de todo eso es la esperanza de que todos esos esfuerzos un día serán recompensados con el fin de aquel problema.

Vivir sin esperanzas, ansioso acerca del futuro, inseguro de lo que el mañana traerá, solo le roba las energías que usted tanto necesita hoy.

Aliméntese de esta certeza: ningún problema es eterno.

Anímese. Levante la cabeza. Usted va a vencer.

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* A no ser dónde usted pasará la eternidad, claro; lea sobre eso aquí y aquí.

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