Y todas las naciones os dirán bienaventurados. Malaquías 3:12

Muy fuertes estas palabras. Pero prefiero aun más esta versión en inglés: You’ll be voted “Happiest Nation”. (Ustedes serán votados: “La nación más feliz del mundo”)

Este era el deseo de Dios para la nación de Israel. Infelizmente, ellos no quisieron seguirlo. Pero el deseo de Dios no cambió. Si cualquier nación se vuelve hacia Él, seguramente probará esta promesa.

Pero mientras que las naciones se preocupan con planes y medidas que nunca funcionan y viven corriendo tras el viento, yo y usted tenemos la promesa sobre nuestras vidas. Después de todo, “sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo de propiedad exclusiva de Dios.” 1 Pedro 2:9. Sí, usted es una nación a los ojos de Dios. Y, ¿qué tipo de nación es usted? Si existiese un medidor de felicidad, y fuese hecha una votación en su círculo social – entre todos sus familiares, amigos y conocidos – ¿quién de entre ustedes sería votado “La Persona Más Feliz”?

Si dependiese de Dios, usted se llevaría el premio. Ese es el deseo de Él para usted. Tener el matrimonio más feliz, ser el más realizado profesionalmente, ser la salud en persona, ser la envidia de sus enemigos…

Pero tal vez eso no esté sucediendo con usted. Quién sabe hasta esté sucediendo lo contrario. Pero, ¿por qué?

Las únicas respuestas sólo pueden ser:

1- Usted no está cumpliendo los versículos anteriores al doce en Malaquías 3 (¿Qué tal darles una leída?)
2- Usted inclusive los está cumpliendo, pero lo ha hecho mecánicamente y no con fe.
3- Dios estaba jugando cuando hizo esa promesa.

Si usted dice que cree en Dios pero no es feliz, llegó el momento de reconsiderar su creencia.

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