thumb do blog Renato Cardoso
thumb do blog Renato Cardoso

La mentalidad de víctima

Algunas personas son conocidas por los problemas que tienen o por los infortunios que le han sucedido. Los golpes que esta vida nos da, son inevitables. Hay cosas que no podemos controlar, y tratar de encontrar una causa o culpar a alguien por nuestros infortunios es una pérdida de tiempo.

Una mejor opción es decidir no ser la víctima.

Desafortunadamente, la mayoría de las personas que sufren duros golpes en la vida adoptan la actitud de ¿Por qué yo?/Pobre de mí. Se sienten con derecho de recibir la lástima y un trato especial de todos a su alrededor, sólo porque fueron victimas de cosas malas. No me malinterprete, no estoy diciendo que no debemos mostrar compasión o ser especialmente amables con los que sufren. Me refiero a que las personas utilizan su propio sufrimiento como un gancho (y esto es muy fácil de hacer), y entonces estos sentimientos se tornarán una trampa para ellas

Cuando usted se decide a no ser una víctima, toma su vida y su destino en sus propias manos. Usted determina que va a usar todos los recursos posibles para luchar en vez de lamentar.

Dios es uno de esos recursos. Él dijo:

Yo habito en la altura y la santidad, pero habito también con el quebrantado y humilde de espíritu, para reavivar el espíritu de los humildes y para vivificar el corazón de los quebrantados”. Isaías 57.15

En caso de que no se haya dado cuenta, Él está hablando de usted. Él promete estar en compañía de personas que se encuentran caídas y sin fuerzas. Pero Él no viene para llorar con ellas, sino que esta allí para levantarlas y reanimarlas a seguir adelante. Esa es una promesa.

Y lo que usted debe hacer cuando tiene una promesa de Dios para su situación, es cobrarle a Él que la cumpla. Reconozca su posición privilegiada para recibir esa promesa. No desperdicie ese derecho.

No sea una víctima. Use todos los recursos para reaccionar. No olvide que Dios es su mayor recurso –pero usted tiene que pedirle ayuda, pues esta no es automática.

Sus mayores tragedias pueden tornarse en sus más grandes oportunidades si usted se recusa a ser vencido por ellas.

Lea este mensaje en inglés.