thumb do blog Renato Cardoso
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En búsqueda de la persona correcta

Hay tantos mitos y mentiras en el mundo de las relaciones que no es difícil entender por qué las personas han sufrido tanto en esta área. Uno de esos mitos es la idea de la «persona correcta».

«¿Por qué aún estás soltero?»

«Ah, porque todavía no encontré a la persona correcta.»

¿Le suena familiar?

La idea de que solo hay una persona en este mundo que encaja perfectamente con la otra es la razón de porqué muchos continúan solteros y otros tantos infelices en su matrimonio.

Los solteros sueñan con la persona que llenará todos los requisitos en la lista que idealizaron.

Los casados batallan con la duda en sus mentes si se casaron realmente con la persona correcta, ya que viven muchos problemas en la relación.

Esta idea, sin embargo, no es recomendable ni matemáticamente, ni lógicamente, ni espiritualmente.

Matemáticamente los números no cuadran. Las estadísticas muestran que hay más mujeres solteras que hombres. Si comparamos el número de hombres solteros con el de mujeres solteras en este mundo, asumiendo que su par está por ahí en algún lugar, alguien quedará solo. Como el juego de las sillas.

Lógicamente no tiene sentido. Si una joven recién casada pierde a su marido en un accidente y queda viuda, ¿quiere decir que ahora no sirve más que busque a nadie para casarse en el futuro porque la «persona correcta», la única en el mundo que la haría feliz, ya murió?

Espiritualmente, no hay una base bíblica para eso. Si Eva era la «persona correcta» para Adán, entonces Dios Se equivocó. Lo interesante es que cuando Dios habló de crear a la mujer, la describió como «una auxiliadora que sea adecuada» para el hombre. Adecuada, no «correcta».

El apóstol Pablo al hablar sobre la mujer cristiana que quedó viuda, dijo que ella «libre es para casarse con quien quiera, con tal que sea en el Señor» (1 Corintios 7:39). Quiere decir que no solamente tiene una segunda chance, sino también que queda libre y responsable para hacer su propia elección – siempre que la persona sea de la misma fe. ¿Dónde queda entonces la idea de la única persona correcta en el mundo y aquella fantasía de que Dios es quien elige a la persona con quien usted se va a casar?

La verdad es que nosotros somos responsables por nuestras elecciones. Dios nos da inteligencia para identificar quién es adecuado y quién no lo es para tener una relación amorosa. Y estableció reglas que regulan una relación feliz. Rómpalas, y no hay persona correcta en este mundo que funcionará con usted. La clave para una relación feliz no es encontrar a la persona correcta; es hacer las cosas correctas.

Haga lo que es correcto para encontrar a una persona adecuada para usted.

  • Haga crecer su círculo de amistades
  • Elija con su mente y no con su corazón
  • Permítase comenzar una amistad
  • Si le va bien, pase al noviazgo con la intención de conocer mejor a la otra persona (no para ir a la cama con ella)
  • Si al conocer todo sobre la persona, usted ve que no será adecuada para vivir toda su vida con ella, desista cuanto antes, sin piedad
  • Si ve las cualidades fundamentales que necesita, entonces comprométase y cásese

No es magia. No es suerte. No es un milagro. Es actitud con inteligencia.

 

PD: Claro que si usted leyó el libro Matrimonio Blindado, ya sabía esto.

 

 

 

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