thumb do blog Renato Cardoso
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El largo y el corto

Es un famoso y clásico test de comportamiento humano. Coloque a un niño en una habitación cerrada, libre de distracciones, sentado a la mesa donde solamente está su postre preferido en un plato. El adulto le dice: “Si no comes todo el postre ahora y esperas 15 minutos, cuando yo vuelva traeré otro más y podrás comer 2. Si lo comes antes de que yo vuelva, sólo podrás comer 1.” El adulto sale de la habitación y deja al niño.

Haga la prueba con cuántos niños quiera. Los resultados son siempre semejantes. Algunos niños comen el postre ni bien el adulto sale de la habitación. La mayoría resiste un poco pero termina comiéndolo antes de que transcurran los 15 minutos. Y una minoría resiste, aguanta, espera, y gana los 2 postres al final.

El experimento fue hecho por primera vez en 1972, en la Universidad de Stanford, en los Estados Unidos, involucrando a más de 600 niños. Pero no paró ahí. A cada diez años que pasan desde el experimento, los investigadores vuelven a analizar a los mismos niños que participaron y observan su desempeño en sus actividades generales de la vida.
La última evaluación fue en el 2011 y sólo continúa afirmando las anteriores: los niños que se controlaron más durante el experimento se tornaron personas significativamente más exitosas y competentes en la vida.

¿Qué enseña eso sobre el ser humano?

Somos inmediatistas. No nos gusta esperar. No confiamos en promesas que tardan en concretarse. Buscamos el aquí y ahora. El placer ya.

Es otra manera de ver y entender el pecado.

El marido que traiciona a la esposa está pensando en el corto plazo. El que resiste a la belleza y a la tentación de otras mujeres está pensando en el largo plazo.

La persona que vive la vida como si nunca fuese a morir ni a encontrarse con Dios, está pensando en el corto plazo. Aquella que cree, se aparta del mal, y vive pensando en su vida eterna, está pensando en el largo plazo.

La fe espera, la carne quiere ahora.

Las emociones sólo quieren saber del momento, la inteligencia piensa en el mañana.

El espíritu piensa en las consecuencias, el cuerpo busca la gratificación inmediata.

Y usted, ¿ha pensado en el corto o en el largo plazo?