Hecho: Las personas valientes tienen más éxito que las tímidas.

No, no tengo ninguna investigación de Harvard que apoye esta afirmación, pero creo que tampoco es necesario. Este hecho puede ser comprobado simplemente por medio de la observación. No estoy diciendo que las personas tímidas nunca tienen éxito. Muchas hasta logran llegar lejos. Pero es el coraje que hace más victoriosos.
 
Por lo tanto, la pregunta de los tímidos es: ¿Cómo desarrollar el coraje?

La respuesta es sencilla: haciendo cosas arriesgadas.

El que es valiente ha desarrollado la valentía haciendo cosas osadas desde su primer llanto a las tres de la mañana – y nunca más pararon. Son hechos de valentía que generan coraje.

“Pero, ¡un momento!,” dirá alguien. “¿Cómo haré algo valiente si no tengo coraje?” Es muy simple: fingiendo que lo tiene. Así es. Si usted se queda esperando reunir el coraje necesario para hacer algo valiente, nunca lo hará. Primeramente, usted tiene que hacer algo valiente aunque sienta miedo de hacerlo. Y entonces, cuando usted ve que funcionó, tendrá más coraje en la próxima vez. Y cuando funcione de nuevo, tendrá todavía más coraje, y así va.

“Pero, ¿y si falla?” Si falla, usted sigue intentándolo hasta que funcione. (Y mientras, ¡deje ya de ser negativo!)

Pruebe, y después dígame los resultados.

Porque el Señor me habló de esta manera con mano fuerte y me advirtió que no caminara por el camino de este pueblo, diciendo: “No llaméis conspiración a todas las cosas que este pueblo llama conspiración, ni temáis lo que ellos temen, ni tengáis miedo. Al Señor de los ejércitos, a él santificad; sea él vuestro temor, y él sea vuestro miedo.” Isaías 8.11-13