Usted arruinó todo. Perdió lo que invirtió, perdió el buen nombre, perdió relaciones. Sus errores lo hundieron. Usted inclusive duda si Dios lo perdonará y le dará una nueva oportunidad.

Tengo buenas noticias y malas noticias para usted.

La buena es que Dios está siempre listo para darle una nueva oportunidad, desde el momento que usted quiera cambiar sinceramente. La mala es que si usted hirió a otras personas, ellas podrán no darle una nueva oportunidad. Es el riesgo que usted corre y el precio que puede tener que pagar por sus equivocaciones.

Sin embargo, si usted quiere darse una nueva oportunidad, he aquí algunas de las cosas que puede hacer para recomenzar – no necesariamente en este orden:

1- Deje de lamentarse por lo pasado. La solución está en el ahora, no en lo que ya sucedió.
2- Corte el contacto con personas que sólo lo ayudan a hundirse más; busque la ayuda de aquellos que realmente quieren ayudarlo a levantarse.
3- No quiera arreglar todo de una vez. Le llevó tiempo arruinar su vida y le llevará tiempo reconstruirla. No espere resultados rápidos.
4- Empiece a hacer lo que es correcto ya, ahora. Una cosa, un paso, una decisión. Más adelante, un paso más. Decisiones correctas, aunque pequeñas, acumulan el beneficio hasta que el cambio suceda.
5- Escribir sus objetivos en un papel y mirarlos activamente, todos los días, ayuda mucho. No pregunte por qué, sólo hágalo.
6- No confíe demasiado en su propia fuerza. Busque fuerzas en Dios. Es imposible prescindir de la importancia de eso.
7- No espere que las personas crean de pronto que usted cambió. Sólo reconquistará la confianza de ellas si su nuevo comportamiento es consistente.
8- Si piensa que es muy difícil cambiar, acuérdese de las consecuencias de no cambiar. Escríbalas si es necesario, para no olvidarlas.
9- Todas las veces que un pensamiento negativo venga a su mente, confiese DOS cosas positivas, con más convicción todavía. No pregunte por qué, sólo hágalo.
10- Si tropieza, comience otra vez. No desista. Si usted fue persistente y corajudo para equivocarse, séalo también para hacer lo correcto.

Algunos tal vez se pregunten por qué no hay en esta lista un paso sobre pedir perdón a quien se ofendió. Si usted quiere, sí, vaya adelante. Pero sólo creerán verdaderamente en su arrepentimiento si usted actúa sobre estos pasos y demuestra que cambió. Decir “perdóname” y seguir equivocándose es peor que no decir nada. Por eso seguir los pasos es la mejor manera de pedir perdón.