¿Y los buenos ojos?
“La lámpara del cuerpo es el ojo; cuando tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es maligno, también tu cuerpo está en tinieblas.” Lucas 11:34
En el reino del diablo, la primera impresión es la que cuenta. En el Reino de Dios, yo aprendí que la última impresión es la que cuenta.
Existen personas que cometen pocos errores para ser sentenciadas como monstruos. Como así también existen personas que tienen pocas virtudes para ser consideradas santas y perfectas.
Por lo tanto, no nos precipitemos, ni con los errores, ni con las virtudes, ¡y mucho menos con las informaciones!
Vamos a dejar que el tiempo muestre quiénes son, verdaderamente, las personas que están a nuestro alrededor.
Debemos tener buenos ojos hacia todos y dejar que Dios trabaje, pues, ¿cómo podrá alguien engañar a Aquel que no puede ser engañado?
Algunas cosas no tiene un adversario que esté a su altura, estas son: el tiempo, la muerte del cuerpo y la vuelta de Jesús.
Dios los bendiga
Obispo Guaracy Santos
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