En estos últimos días, estuve de viaje misionero en Sudáfrica, realizando una reunión en la Catedral de Soweto, en la cual estuvieron presentes más de 8 mil personas. También estuve en la Catedral de Namibia, donde comparecieron más de mil personas. Aquí está un mapa para que ustedes tengan una idea de donde están los lugares.

Me acordé del tiempo del Apartheid, inhumano e injusto. Los negros tenían que vivir separados de los blancos. Soweto era el lugar de ellos. Mi sueño era abrir una iglesia allí. El obispo Gonçalves comentó con un pastor de otra denominación que me gustaría abrir una iglesia en Soweto. Recibió inmediatamente un alerta del infierno: ¡es imposible! Soweto es un lugar muy peligroso. Los negros allá matan a los blancos. Pero Gonçalves hizo una prueba con Dios en aquel momento. Y dijo: “Si yo soy de Dios y el Dios a quien sirvo realiza lo imposible, vamos a abrir una iglesia en Soweto”. Hoy, nosotros tenemos esta bella catedral en ese lugar. No fuimos molestados ni ayer, ni hoy, y mucho menos en el futuro seremos por aquel pueblo tan sufrido.

Al contrario, siempre fuimos muy bien recibidos. ¡Como si fuéramos uno de ellos! Ya no existe diferencia entre blancos y negros en Sudáfrica.

La Catedral del Soweto es la más linda del mundo. Especialmente cuando está llena de gente. Durante la reunión, recibimos un lindo homenaje de los niños, al cual usted va a poder asistir más abajo. También voy a compartir con ustedes las fotografías de Soweto y de Namibia.

Que el Señor Jesús les bendiga a todos.

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