Obispo Edir Macedo:

Su libro es una guía de liderazgo para quien desea vencer en los negocios.

¿Sabe por qué? Porque además de ser una cartilla práctica de la fe viva y de resultados, nos enseña el bien mayor de cualquier empresario de éxito: ¡la salvación de nuestra alma!

¿Qué inversión puede ser más rentable y segura que la aplicada al futuro de nuestra vida espiritual?

Me identifiqué con su trayectoria inmediatamente. Sus adversidades formaron en usted un carácter de luchas y guerras capaz de alcanzar las promesas de Dios.

Ya enfrenté una declinación muy profunda. Fui humillado, era esclavo de las deudas y vivía sin paz interior.
Y, como en su historia, fui desacreditado por todo y por todos, enfrenté la situación usando la fe. Dios me dio fuerzas, y las puertas cerradas se abrieron.

Hoy, gracias a Dios y a la Iglesia Universal, soy uno de los empresarios de compra y venta de automóviles más exitosos de la Ciudad de México.

Mis amigos empresarios conversan conmigo acerca de su historia y me llenan de preguntas curiosas sobre “Nada que Perder”.

¿Qué otra biografía logra atraer a tantas personas como vimos aquí en la librería de México?
La prensa y la elite mexicana comentan mucho el fenómeno en el que se transformó esa obra.

Mi explicación es simple: el libro nos hace entender que todo lo que nos rodea es efímero, pasajero, menos la convicción en el Espíritu Santo.
La dependencia de Dios es lo más importante; todo lo restante, un día pasará.

Más que un libro motivacional, la biografía es un manual de vida. Un mapa para que el hombre descubra su verdadero tesoro.

Juan Carlos Barona, empresario – México.

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