Todo por todo

No es un negocio, no es un juego, mucho menos un intercambio. Se trata de la materialización de la fe viva en el Dios Vivo.
Si quisiéramos ver los milagros vividos por los héroes de la fe del pasado, como mínimo tenemos que pagar el mismo precio que ellos pagaron.
¿Cuánto?
Ellos renunciaron a su propia vida para seguir los impulsos de la fe en las promesas Divinas.
Josué y Caleb quedaron encantados con la Tierra Prometida. La visión siniestra de sus habitantes gigantes no influenció la certeza de la victoria, al contrario.
Los demás compañeros de misión, a pesar de haberse maravillado por haber visto a dos hombres cargar un único racimo de uva, tamaña riqueza de la tierra, aún así, se acobardaron ante su estructura gigantesca.
Pero, Dios es Dios. Su Palabra no puede fallar. Quien cree, no huye. Por eso, emplea toda su fuerza porque sabe el resultado.
Portugués
Inglés
Francés
Italiano
Haití
Ruso