thumb do blog Blog Obispo Macedo
thumb do blog Blog Obispo Macedo

¿Todo el que hace milagros es de Dios?

Quien cree en Dios cree en milagros. Quien cree en Dios, como dice la Biblia, cree que Él hace milagros hoy como en el pasado. Al final, Él prometió eso y dijo que las señales seguirían a los que creen.

En todos los milagros de Jesús vemos sólo una condición para que el receptor los recibiera: fe. No era necesario mérito, santidad, religiosidad, ni tampoco ser judío o gentil. Quien creía, recibía. En eso vemos la misericordia de Dios, que facilita la recepción de un milagro a cualquier persona desde que ella crea en Él.

Pero también vemos algo importante en las Escrituras con respecto a los milagros: No todos los que hacían milagros eran de Dios.
Judas hacía milagros y expulsaba demonios. También robaba la ofrenda, mentía, y hasta traicionó a Jesús y se suicidó. Los magos del Faraón en Egipto también transformaron sus cayados en cobra, como hizo Moisés.

El Señor nos alertó sobre tales hacedores de milagros:
“Muchos Me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en Tu nombre, y en Tu nombre echamos fuera demonios, y en Tu nombre hicimos muchos milagros?
Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de Mí, hacedores de maldad.”
Mateo 7:22-23

Claramente, vemos que MUCHOS son los que hacen MUCHOS milagros en nombre de Jesús, pero al mismo tiempo, son practicantes de iniquidad.
¿Cómo es posible?
Es, sí, pues Quien hace el milagro es Dios, y no el supuesto milagroso. ¡Una vez Jesús usó un burro para hablar, y hasta un hechicero para bendecir!
¡Dios es Dios y usa a quien Él quiere, para el fin de bendecir a quien cree en Él!

Recuerde, la única condición para recibir un milagro es la fe. Por lo tanto, si yo fuera el peor pecador, hasta incluso un bandido, engañador y mentiroso, pero predicara la Palabra de Dios al sufrido (por más que fuera por interés propio), y el sufrido creyera en la Palabra, el milagro sucederá. Pero vea: Eso no quiere decir que mi ministerio es de Dios ni que yo soy de Dios.

Todo el que es de Dios tiene autoridad para hacer milagros. Pero no todo el que hace milagros es de Dios.

Obispo Renato Cardoso

*Foto: Filme «Leap of Faith»