En el mes de febrero tuve una experiencia maravillosa: la gran respuesta a mi sacrificio llegó.

Mi pedido de Israel fue para que Dios hiciese una transformación en mi familia. Principalmente en la vida de mis padres que estaban viviendo en un gran error en la Iglesia Mundial.

Un día estaba escuchando el programa del obispo Macedo en que el diablo hablaba de la Iglesia Mundial, llamé a mi madre para que lo oyera, en ese momento ella no dijo nada, pero quedó realmente pensativa.

Esa misma semana, mi padre dijo que estaba queriendo salir de la Mundial. Fue entonces que empecé a orar aun más para amarrar a los demonios que intentarían impedirlo, pero Dios ya había hecho un cambio en él.

Al día siguiente mi padre ya estaba decidido y pidió salir. Sin embargo, el diablo no desistió. Durante toda esa semana ellos lo llamaron para ofrecerle grandes cargos y mejores condiciones para que se quedase. Eso es porque en la Mundial ellos valoran el tiempo de obra que la persona tiene en el IURD, o sea, cuánto más tiempo mejor.

No obstante, yo sabía que Dios había hecho una transformación dentro de mi padre. Hoy, para honra y gloria del Señor Jesús, ellos ya no forman parte de esa mentira. Mi padre dijo que ni muerto vuelve allá, él está muy feliz.

Ahora yo logro ver una sonrisa verdadera en él, una paz en su hablar y proceder. Mi madre dijo que él está orando todas las noches, cosa que ya no hacía más. Estoy muy feliz por esta gran victoria, oro para que ellos encuentren los caminos del Señor Jesús.

Todo lo que colocamos de todo corazón en el altar, Dios lo ve y no olvida jamás, hasta puede demorar, pero en el momento indicado Él nos bendice.

Helena