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Táctica del mal

El Señor Dios preguntó a Satanás: “¿De dónde vienes?”
La respuesta inmediata fue: “De rodear la Tierra y de andar por ella” Job 1:7
¿Qué hace el diablo rodeando y andando por la Tierra?

¿Disfruta de sus últimos días?
¡No, mil veces no! Utiliza las fuerzas que le restan en la cosecha de almas.
Con seguridad, la Tierra por la que él anda no es el planeta Tierra, pues este se encuentra en las tinieblas.
La Tierra por la que él anda es la Iglesia del Señor Jesús. Es allí que está su foco.
Mientras los siervos del Altísimo pescan las almas perdidas allá afuera, el diablo trabaja en el interior de las iglesias para pescar las almas salvas.

¡Cuidado, pastores y ovejas!
El diablo no trabaja del lado de afuera de la Iglesia.
¡Cuidado, miembro del cuerpo del Señor Jesucristo!
El diablo quiere pescarlo. Mucho más de lo que usted pueda imaginar.

¿Cuál ha sido su táctica?
La primera cosa que hace es enviar alguien de él para invitarlo a visitar “su” denominación. Ese “alguien” es gentil, precavido y muy convincente.
O sea, él quiere separarlo del brasero. Una vez afuera del brasero de la fe (Iglesia), automáticamente, su fe se irá apagando.

Quiere decir: a partir del momento en que usted queda solo (aunque esté en medio de los hermanos que usted piensa que son hermanos), su salvación, que depende de la brasa de la fe, corre serio riesgo de apagarse.
Inmediatamente usted puede notar que sus temas son diferentes y que nunca estimulan la fe. Por lo contrario, promueven las dudas. Dudas en el interior que se suman a las dudas del exterior, llegadas de los mensajeros del infierno. Ellos lanzan malicias sobre las doctrinas aprendidas y que surtieron efecto en el pasado. Usan versículos bíblicos de forma equivocada para fortalecer las dudas, en fin, hacen lo que el diablo hizo con Jesús en el desierto.
Intentan, intentan e intentan, con palabras sensibles, llenas de emoción y de dudas.

Preste atención y medite en esta Palabra de Dios:
“… y os daré pastores según Mi corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia”
Jeremías 3:15.