Buenas tardes, obispo.

El jueves pasado, una obispa de la iglesia Renacer, le pidió a uno de sus pastores que viniese hasta la Iglesia Universal de Milán a llamar a un pastor para expulsar los demonios de una persona de su iglesia que se encontraba poseída. Ellos ya habían pedido a muchos pastores que los expulsaran, sin embargo ninguno lo había logrado.

Nuestro pastor fue hasta el lugar y allí estaba el muchacho manifestado con espíritus malignos durante días. En la casa también estaba un pastor, dos auxiliares de la iglesia Renacer, y la obispa en el Skype.

La obispa pidió disculpas por haber llamado al pastor pero alegó que ellos no habían podido expulsar a los demonios, y que ese tipo de trabajo de liberación era sólo la IURD que lo hacía – palabras de la obispa.

Nuestro pastor dijo: vamos a ver si la Palabra de Dios es verdadera o no.
Los demonios comenzaron a gritar que no querían que el pastor colocase las manos en la cabeza del muchacho. El pastor hizo la oración de liberación, ordenó que manifestara el jefe, humilló al diablo, quemó y liberó al muchacho de todo el mal.

Al día siguiente, el propio pastor que no había logrado expulsar los demonios, llevó al muchacho a la Iglesia Universal, por orden de la obispa, juntamente con algunas personas de su iglesia, para hacer la Cadena de Liberación.

El muchacho dijo que después de la oración durmió como nunca, que estuvo calmado y tranquilo. El domingo volvió con varias personas, algunas obreras y la obispa de su iglesia.

Por eso obispo, es la pura verdad lo que usted dijo hace algunos días:

Creer en Dios es infinitamente más que simplemente creer en Su existencia y seguir una religión en Su Nombre.
Si eso fuese suficiente, la mayoría de los cristianos no tendría la vida tan fracasada.
Creer en Él implica oír y obedecer Su Palabra.

Obispo Wagner Simoes