thumb do blog Blog Obispo Macedo
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Sopa de lombrices

Así como es imposible mantener el matrimonio sin el sacrificio de la pareja, también es imposible mantener un pacto con Dios sin el sacrificio personal.
El sacrificio de renunciar a uno mismo, el sacrificio del peso de la cruz y el sacrificio de andar en las huellas de Jesús día tras día hasta la muerte.

El pacto, la alianza, la sociedad o el matrimonio exigen entrega, dedicación y fidelidad.
O sea, fe y amor.

Además del Calvario, el Señor Jesús continúa sacrificando al tolerar nuestras fallas y debilidades diarias.
De nuestra parte se debe abnegar la voluntad propia, soportar la cruz del rechazo de los hijos del mundo y andar en las pisadas de Él día tras día.

¿Es fácil?
No, no lo es.
Pero, ¿quién prometió facilidades en la conquista del Reino de los Cielos?

Jesús advirtió que la puerta es estrecha, y el camino es angosto y pocos la hallan. Mateo 7:14

Dijo también que desde los días de Juan Bautista hasta ahora, se sufre violencia en la conquista del Reino de los cielos, y por la fuerza se apoderan de él. Mateo 11:12

Por lo tanto, quien cree que Jesús ya sacrificó y que no hay necesidad de sacrificar también, va al infierno, aun creyendo en Jesús.

El Reino de los Cielos no es para indolentes, perezosos ni para quien quiere facilidades.

Quien quiere cosas fáciles que tome sopa de lombrices.