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¿Siervo o hijo?

“Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto.” Mateo 17:1

¿Seis días después de qué?

“Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a Sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.” Mateo 16:13,14

Fue hecha una pregunta que ya tenía una respuesta: Él era hijo. Sin embargo, a los ojos del pueblo y de alguno de los discípulos, Él era un siervo más, como Juan, Moisés y Elías.

La subida al Monte Hermón, seis días después, fue para que los íntimos viesen que Él era hijo.

Unos son los derechos de los siervos y otros son los derechos de los hijos.

“Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre.” Juan 8:35

Generalmente, cuando un siervo tiene un buen señor, tiene lo básico. Lamentablemente, muchos han vivido así dentro de la iglesia, con lo básico. Tenemos como ejemplo al hijo pródigo: después de haber abandonado la casa del padre y estando en la miseria, reflexionó y pensó en la vida que estaría llevando en la casa como hijo. Pero se vio sin derecho y deseó tener la vida de siervo, o sea, tener lo básico, el pan, como dice en Lucas 15:17.

Pero, al regreso, no fue eso lo que sucedió, pues él no era siervo, era hijo, y fue transfigurado por el padre. Estaba descalzo y recibió sandalias. Le sacaron la ropa vieja y le dieron ropa nueva. Había sido humillado y recibió un anillo de honra.

¡Basta de tener vida de siervo!

Para eso, es necesario que estemos conscientes de que debemos sacrificar. Pues, el pueblo de Israel, en Egipto, era llamado hijo por Dios:

“Y dirás a Faraón: Así dice el SEÑOR: Israel es Mi hijo, Mi primogénito.” Éxodo 4:22

Inclusive siendo visto por Dios como hijo, solamente se liberó de la servidumbre (siervo) cuando sacrificó:

“Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: (…) tómese cada uno un cordero… (…) El animal será sin defecto… (…) … Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes…” Éxodo 12:3, 5,6

Dios lo bendiga.