Cuando se habla de apartados de la presencia de Dios, en seguida vienen a la mente sólo las personas que un día estaban en la iglesia asiduamente, como miembros, obreros, auxiliares o pastores, y que a causa de una razón u otra salieron de la iglesia y están caídos por el mundo. Sin embargo, existen tres tipos de apartados, veamos:

Apartados de nacimiento: Son aquellos citados en el mensaje anterior. Personas que durante su infancia estaban salvas a causa de su pureza, pero que, al entrar en la edad de la razón, ingresaron naturalmente al universo de los apartados (lea: Señor de los Apartados – Parte 2).

Apartados de la iglesia: Son los que un día conocieron la fe en el Señor Jesús, llegaron a probar sus beneficios, tales como: curas, milagros, prosperidad y hasta liberación, pero que no nacieron. Por eso, impulsados por las circunstancias como: tribulaciones, desiertos, persecuciones, fueron llevados por los sentimientos lejos del Señor Jesús y de la iglesia, y se sumergieron en el mundo nuevamente.

Los apartados internos: Son los perdidos dentro de casa. Aquellos que no salieron de la iglesia físicamente, pero que están como la iglesia de Sardes: “…Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto. Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no He hallado tus obras perfectas delante de Dios.” Apocalipsis 3:1-2

Existen aquellos que están dentro de la iglesia participando de todo, sin embargo en su interior están apartados de Dios por vivir una vida a escondidas en el pecado, creyendo que Dios no es Omnipotente, Omnisciente y Omnipresente.

Obreros y obreras, cuando Jesús advirtió que dirá: “… apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad.” Lucas 13:27, Él no estaba hablando con los de afuera y sí con los de adentro.

Que Dios los bendiga

Obispo Sergio Correa

Lea más:

– Señor de los Apartados – Parte I
– Señor de los Apartados – Parte II