La serie “Rey David” sale al aire a partir del día 22 de octubre, a las 21 horas y 10 minutos, en la Red Record. En el mismo horario, otra emisora lanzará una novela basada en el culto a San Jorge, tan descarada que en su título ya trae una felicitación a la entidad.

“No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás…” Éxodo 20:4,5

¿Cómo puedo aceptar que entre dentro de mi casa algo que va frontalmente en contra de un mandamiento directo de mi Dios? ¿Cómo puedo aceptar algo que contraríe completamente mi fe, aunque venga embalado en el papel colorido del entretenimiento, con tramas divertidas e historias de amor?

“Las esculturas de sus dioses quemarás en el fuego; no codiciarás plata ni oro de ellas para tomarlo para ti, para que no tropieces en ello, pues es abominación al Señor, tu Dios; y no traerás cosa abominable a tu casa, para que no seas maldecido, semejante a ella; del todo la aborrecerás y la abominarás, porque es maldita.” Deuteronomio 7:25,26

Pienso que aquí está bien clara cuál debe ser nuestra posición. ¡No debemos pensar que es una tontería porque es solo una novela! Tenemos el ADN de nuestro Padre y lo que Él abomina, nosotros también lo abominamos.

Jorge no existió, está basado en una leyenda babilónica en la que el dios Marduk mata a Tiamat, representada por un dragón. Sé que mucha gente lo ve como ejemplo de héroe guerrero, ¡pero un héroe guerrero fue David! Aquel chico que dejó de lado la armadura del rey y enfrentó a un soldado adulto y bien armado, de casi tres metros de altura, solo con su fe, una onda y una piedra certera. ¡Eso sí es un héroe! ¡Eso sí es un guerrero!

Cuando usted enciende la televisión, absorbe el espíritu de lo que ve. Muchas personas dejaron entrar en sus casas a una entidad babilónica sin saberlo. Con el “Rey David” tenemos la historia de un verdadero héroe, un hombre de fe que despierta nuestra fe en Dios y no en sí mismo.

Él escribió: “Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado.” Salmos 27:3

¿Tiene noción de lo eso significa? Lea de nuevo. Él está diciendo que aunque un ejército entero acampase en su contra, no tendría miedo, ¡porque sabe que Dios está con él! Y si la cosa empeorase y la guerra realmente se levantase, ¡aun así, él continuaría confiando en Dios! Ahora, ¡imagínese tener esa calidad de fe! ¡Eso sí hace la diferencia mi amigo! No el “bla-bla-bla” religioso, relleno de emoción barata.

¿Quién es más importante, David, el rey que agradó al corazón de Dios, o Jorge, un dios pagano travestido de santo? ¿Quién merece su atención? ¿Quién es el verdadero ejemplo?

Mirar “Rey David” en el horario de la novela que saluda la abominación es una bella oportunidad que tenemos de tirar una piedra certera en la frente de Marduk y su disfraz.

En lo que respecta a Babilonia, Dios alerta:
“Salid de ella, pueblo Mío, para que no seáis partícipes de sus pecados…” Apocalipsis 18:4

Vanessa Lampert