En estos días de tantas persecuciones y calumnias lideradas por TV Globo, quiero aquí dar una respuesta a todas las acusaciones. Estamos siendo cobardemente acusados y vapuleados por las difamaciones, pero lo cierto es que sabemos que el autor real de esta persecución es el diablo. Por medio de TV Record estamos procurando atender a la opinión pública, respondiendo a las acusaciones.

En realidad, esta situación no es nueva para la IURD, y probablemente para usted tampoco, quizás esté pasando por este proceso, siendo atacado por amigos y/o familiares por participar en la iglesia. Sin embargo, todos ellos no quieren saber que los beneficios que el pueblo ha recibido y recibe de la IURD son infinitamente mayores en proporción a los diezmos y ofrendas que han dado. ¡No hay ninguna duda! Nosotros enseñamos la Palabra de Dios y llevamos a las personas a creer que las promesas de Dios se cumplirán en sus vidas. Así pues, quien cree, recibe. De otro modo, nada se puede hacer.

Quisiera en este punto agradecer todas las muestras de cariño, de apoyo, a través de sus oraciones y ayunos. Sepan que están teniendo efecto, pues Dios nos está fortaleciendo en estos momentos de fuego ardiente: existe una alegría inexpresable en nuestro interior porque sabemos en quien creemos.

Somos conscientes que cuanto mayor sean las luchas, inmensamente grandes serán las bendiciones. Además, la Palabra de Dios no vuelve vacía, en 1 Pedro 4:12-14 nos dice: “…no se extrañen del fuego de la prueba que están soportando, como si fuera algo insólito. Al contrario, alégrense de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también sea inmensa su alegría cuando se revele la gloria de Cristo. Dichosos ustedes si los insultan por causa del nombre de Cristo, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre ustedes.” Es sobre este hecho que quiero captar su atención.

El fuego ardiente está por ahí, y cuanto más ardiente sea mayor será la manifestación de que Dios está a nuestro lado. Significa que grandes bendiciones vendrán, pues cuanto mayor es la lucha mayor es la victoria. Esto es lo que estamos esperando de Dios.

Debemos ser fuertes y no dejarnos llevar por el vituperio de aquellos que nos calumnian y estar alegres porque el maravilloso fuego ardiente trajo la presencia de Dios dentro de nosotros y reposa sobre nosotros.