thumb do blog Blog Obispo Macedo
thumb do blog Blog Obispo Macedo

¿Miedo de qué?

El primer sentimiento de miedo que el ser humano tiene no es enfermarse, pasar hambre, no tener abrigo o no conquistar lo que quiera que sea. El primer sentimiento de miedo es: quedarse solo.

Observemos a un recién nacido que todavía ni siquiera abrió los ojitos para ver el rostro de la que le dio a luz, pero, ante la primera persona que lo toma en los brazos, sean los padres o unos perfectos extraños, parará de llorar, porque el sentimiento de soledad desaparecerá.

Pues bien, ese sentimiento perseguirá a todos los seres humanos hasta el último suspiro: el miedo a quedarse solo.

Sin embargo, cuando queremos quedarnos a solas con Dios, Él exige que nos quedemos voluntariamente “solos”. Pero, eso solo es posible a través de nuestro Sacrificio Voluntario de renunciar a nuestro “Yo”, a todos los que amamos y a todo lo que poseemos.

Jacob aprendió ese secreto Maravilloso del Sacrificio para quedarse a solas con Dios – de su Abuelo Abraham (amigo de Dios) y de su Padre Isaac (hijo de la Promesa). Y él tuvo que quedarse a solas con Dios también, o se quedaría solo para siempre “…quedándose él solo…” Génesis 32:24

En realidad, todos los héroes de la Fe tuvieron que Sacrificar solos para estar a solas con Dios, inclusive el Señor Jesús…“Estoy solo y angustiado.” Juan 12:20-33

Dios actúa individualmente con cada persona porque ninguna es igual. Inclusive, la Recompensa Divina es de acuerdo a nuestras obras, quiere decir, individual. Por eso, en el Juicio Final, todos, sin excepción, seremos juzgados individualmente.

Mi querido lector, no tenga miedo de quedarse solo a través de su Sacrificio Voluntario para quedarse a solas con Dios, porque de esta superación depende su transformación de vida terrenal a eterna.