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Me Cansé, ¡quiero cambiar!

La Primera a su manera: Religiosamente (normal, tradicional, sin esfuerzo…)

“Te ruego que no te vayas de aquí hasta que vuelva a ti, y saque mi ofrenda y la ponga delante de ti. Y él respondió: Yo esperaré hasta que vuelvas.
Y entrando Gedeón, preparó un cabrito, y panes sin levadura de un efa de harina; y puso la carne en un canastillo, y el caldo en una olla, y sacándolo se lo presentó debajo de aquella encina.
Entonces el Ángel de Dios le dijo: Toma la carne y los panes sin levadura, y ponlos sobre esta peña, y vierte el caldo. Y él lo hizo así.
Y extendiendo el Ángel del SEÑOR el báculo que tenía en su mano, tocó con la punta la carne y los panes sin levadura; y subió fuego de la peña, el cual consumió la carne y los panes sin levadura. Y el Ángel del SEÑOR desapareció de su vista.”
Jueces 6:18-21

La Segunda a la manera de Dios: Sacrificialmente (fe inteligente, indignados, desafío, dependencia total…)

“Aconteció que la misma noche le dijo el SEÑOR: Toma un toro del hato de tu padre, el segundo toro de siete años, y derriba el altar de Baal que tu padre tiene, y corta también la imagen de Asera que está junto a él; y edifica altar al SEÑOR tu Dios en la cumbre de este peñasco en lugar conveniente; y tomando el segundo toro, sacrifícalo en holocausto con la madera de la imagen de Asera que habrás cortado.
Entonces Gedeón tomó diez hombres de sus siervos, e hizo como el SEÑOR le dijo. Mas temiendo hacerlo de día, por la familia de su padre y por los hombres de la ciudad, lo hizo de noche.”
 Jueces 6:25-27

Solamente cuando él OBEDECIÓ e hizo todo a la manera de Dios, fue que todo cambió. Lamentablemente, son muchas las personas que ya participaron de la Hoguera Santa a la MANERA de ellas “Religiosamente” y no a la MANERA de Dios “Sacrificialmente”.

Es por eso que el milagro, la transformación, todavía no ocurrió.

Viven gastando sus fuerzas, intentando resolver el problema y realizar su sueño, pero no se resuelve. Como en el pasado, el pueblo gastó fuerzas  en construir cuevas, cavernas y fortificaciones en las montañas, en lugar de invertir todas sus fuerzas en subir la montaña-Altar, sacrificar a la manera de Dios y resolver  de inmediato sus vidas. Sea en la resolución de un problema imposible o en la realización de su sueño.

Obispo Julio Freitas