Los 5 Poderes de Todos
Existen capacidades inherentes al ser humano y que muchos usan (o no) en su vida cotidiana, sin ni siquiera reflexionar sobre la influencia que estas tendrán en su vida presente o futura.
1° Poder de CREER (en Sí mismo y en Dios)
Esta es una de las más poderosas fuerzas presentes en el interior humano. La CREENCIA opera toda la diferencia en la vida de una persona y, prácticamente, todos los versículos del Nuevo Testamento apelan a la capacidad de creer del ser humano, tanto en sí mismo como en Dios.
Es la creencia en estas dos vertientes lo que transforma a la persona y atrae al milagro en cualquier área deseada. La creencia no necesita ser muy grande, pero si es pura (sin dudas) es capaz de mover montañas. En verdad, la creencia hace la diferencia entre la vida y la muerte, entre la perdición y la salvación.
Verifique: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” Marcos 16:16
2° Poder de PERDONAR (a Sí mismo y a los Otros)
La capacidad de PERDONAR es una de las fuerzas más liberadoras para el ser humano, así como su opuesto también puede transformarse en una de sus mayores desventajas.
El perdón es un poder que nace en nuestro interior, pero que afecta, literalmente, a nuestro exterior y a todo lo que nos rodea. Cuando nos perdonamos a nosotros mismos y a quien nos hizo mal, creamos una onda de energía positiva que trae beneficios no solo para nuestra propia vida, sino para todos los que nos rodean.
Verifique: “… perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.” Marcos 11:25
3° Poder de AMAR (a Sí mismo, a los Otros y a Dios)
El AMOR es una de las mayores fuerzas terrenas y hasta sobrenaturales. En nombre del amor ya se cometieron los actos más nobles así como los más innobles.
Por un supuesto “amor” muchos matan, pero por el amor verdadero muchos mueren, como lo hizo Cristo, por el AMOR más sublime, el amor hacia la Humanidad.
Cuando la persona ama a Dios y al prójimo como a sí mismo, cumple los dos mandamientos principales instituidos por Dios.
Verifique: “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?” 1 Juan 4:20
4° Poder de SACRIFICAR (para Dios y para Sí mismo)
Es un hecho ya impreso en el subconsciente humano: para que alguien consiga lo que desea en la vida, tendrá que SACRIFICAR. Por otra parte, todos nosotros comenzamos por nacer del sacrificio de nuestra madre, pero, a medida que crecemos, para alcanzar los niveles que deseamos, es sacrificio tras sacrificio: en los estudios, en la práctica, en el primer empleo, en el segundo, en el tercero, en fin, ¡hasta que la realización personal sea alcanzada!
El sacrificio hecho para Dios, sin embargo, es realizado por los que eligen ir más allá de lo que es obvio y aparente, optando por utilizar la inteligencia, pues los sacrificios naturales pueden (o no) resultar, pero el que es hecho para Dios está garantizado, ¡pues es Su Palabra la que está EMPEÑADA!
Verifique: “Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo (“Si alguno quiere venir en pos de Mí, tome su cruz, y sígame”) que Él nos abrió a través del velo, esto es, de Su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.” Hebreos 10:19-23
5° Poder de DESCUIDAR los 4 primeros
En todos los 4 hechos referidos, la propia persona es la mayor beneficiada. Los “otros” aparecen 2 veces, “Dios” surge 3 veces y el “individuo” aparece 4 veces. Pero es cuando aprendemos a usar los poderes antes mencionados para nosotros mismos que, consecuentemente, adquirimos condiciones de hacerlo para los otros y para Dios. Si no, reflexione y responda, para usted mismo, las siguientes preguntas de forma objetiva y sincera:
¿Por qué quien no cree en sí mismo logrará creer en Dios?
Quien no logra perdonarse a sí mismo ¿logrará perdonar a los otros?
Quien no logra amarse a sí mismo ¿logrará amar a los otros y a Dios?
Quien nunca haya sacrificado para sí mismo ¿entenderá lo que es sacrificar para Dios?
Y quien ya descuidó estos 4 primeros hechos para sí mismo, ¡lo hará también para Dios y para los otros!
Verifique: “Pero sed hacedores de la Palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.” Santiago 1:22
¡Nos vemos en la IURD, o en las Nubes!
Saludos a la familia y a los compañeros de guerra.
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