De acuerdo a los organismos oficiales del Brasil, hasta el momento, el número de muertos supera los 700, como resultado de las fuertes lluvias que alcanzaron las ciudades de Teresópolis, Petrópolis, Nova Friburgo y Sumidouro, en la región serrana de Río de Janeiro.

Además de los centenares de muertos, miles de personas están desamparadas. Muchas de ellas perdieron casa, familiares y todo lo que construyeron.

La Iglesia Universal del Reino de Dios, una vez más, se ha mostrado solidaria ante el dolor de estas personas y, desde que sucedió la tragedia, ha movilizado cerca de 10 mil voluntarios del grupo Fuerza Joven de Río de Janeiro, para juntar donaciones con el objetivo de enviarlas a las regiones afectadas. Ya fueron recibidas más de 160 toneladas de alimentos, pero la expectativa del grupo es que este número llegue a 300 toneladas. Las 700 iglesias del estado se transformaron en centros de recepción de donaciones.

En Nova Friburgo se organizó un operativo para llevar ayuda a los refugios y lugares de difícil acceso. Además de los alimentos, los voluntarios llevaron confort espiritual a las víctimas de la tragedia.

Los voluntarios de la IURD tampoco se olvidan de aquellos que más han trabajado desde el primer día posterior a los deslizamientos, y llevan café, chocolate, galletas y agua a los agentes del Cuerpo de Bomberos, de las Policías Militar y Civil y del Ejército.

Las reuniones se siguen realizando con normalidad en las Iglesias del estado, a pesar de la movilización a favor de las víctimas.

La IURD hace un llamado a la población de Río para recolectar agua, alimentos no perecederos, ropa de cama y baño y productos de higiene.

Para donar o ser voluntario no es necesario ser miembro de la IURD. Es necesario apenas amar al prójimo, pues realmente los habitantes de aquella región están necesitando nuestra ayuda. Y la ayuda de todos es fundamental.

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