Hombre de Verdad
Dios creó al hombre a Su imagen y semejanza, y a partir de entonces el diablo comenzó a trabajar para que el hombre dejase de serlo. El primer gran problema del hombre vino exactamente porque se dejó llevar por la mala decisión de su mujer.
Nuestro Dios no es conocido como el Dios de Sara, Rebeca y Raquel. Eso no es machismo, pero entienda que, aún viviendo en una sociedad de derechos igualitarios, los papeles no son iguales. El hombre de verdad sabe que él es el proveedor y protector de su casa. Es él quien debe tener la palabra final, ser el cabeza, o sea, tomar las decisiones. Pero a cada día, lo que vemos es al hombre transfiriendo sus responsabilidades a la mujer, en muchos casos, inclusive, es ella quien sustenta la casa.
Por lo tanto, es necesario:
1° – Ser Hombre de Verdad
Casi no se ve a una mujer casada que pase horas en los videojuegos, o que salga a un bar o a practicar cualquier deporte, dejando al marido en casa con los hijos. Pero es muy frecuente oír a mujeres que se quejan de los maridos que pasan más tiempo con los amigos o delante de una televisión o computadora distrayéndose, que con ellas. ¡Es decepcionante! Porque el hombre con quien ella pensó que se había casado sigue siendo un niño.
Entonces, en primer lugar usted debe preguntarse: ¿Soy un hombre de verdad? ¿Asumí mi papel de hombre?
2° – Ser el Hombre que la Esposa espera
La mujer quiere sentirse segura, protegida. Ella quiere participar de las decisiones, pero espera que el marido sea decidido, y que inclusive la contraríe, si fuera necesario. El marido no puede excluirse de sus responsabilidades de ser esposo y padre. Él tiene que demostrar el amor, dar atención, motivar y exhortar. Una mujer no se casa solamente para tener un compañero sexual, ella quiere mucho más, quiere a un hombre de verdad a su lado.
¿Será que usted hasta hoy no se dio cuenta de que su esposa ha gastado toda su juventud, trabajando duro para ayudarlo con los gastos, siendo que usted debería todos los días prometerse a sí mismo que sacará a su esposa de esta vida difícil para proporcionarle una vida que ni siquiera los padres de ella le pudieron ofrecer?
Respóndase a usted mismo: ¿Soy el hombre que mi mujer espera que sea? ¿Alguna vez me preocupé con el hecho de que ella puede estar insatisfecha conmigo al punto de querer separarse de mí?
3° – Ser Hombre de Dios
Lo que hace que un hombre se convierta en un hombre de Dios es la obediencia. Muchos maridos se han apoyado en la fe de sus mujeres, ellos se esconden. Hoy Dios no ha encontrado a un “Abraham”, es más fácil encontrar a una mujer de fe que a un hombre de fe. ¿Dónde está el guerrero valiente, dónde está el hombre de oración, de fe y confianza en Dios? Garantizo que su esposa nunca se quejará de que usted sea un hombre obediente a Dios, porque en eso usted demostrará que es el hombre de verdad que ella siempre necesitó, porque usted obedece a Dios.
Respóndase a usted mismo: ¿Cuál fue el día en el que usted decidió sacrificar para Dios en obediencia? ¿Usted está realmente cansado de decepcionarse a sí mismo, a su esposa y a Dios? Entonces salga de la caverna del conformismo y sacrifique para Dios, ¡es momento de que sea el “Gedeón” que hay dentro de usted!
Pastor Walber Barbosa
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