thumb do blog Blog Obispo Macedo
thumb do blog Blog Obispo Macedo

¿Hasta cuando?

El perfil de David, desde su juventud, lo retrata como un gran héroe.

Como pastor, enfrentó osos y leones para defender a sus ovejas. Con la misma fe enfrentó a Goliat y libró a Israel de los filisteos.

Pero su fe no se limitaba apenas a las conquistas.

Su lado devocional amenizaba la angustia del rey Saúl.

David fue un hombre respetado por su fe, coraje, determinación y liderazgo.

Pero no siempre fue así. Por gran parte de su vida estuvo entre las fieras. Su huida, alimentada por el pavor a la muerte, además de las dudas, amargaron su alma al extremo.

Ningún autor sagrado fue capaz de expresar sus tormentos personales. Él mismo lo expresó a través de algunos Salmos.

En el Salmo 13, por ejemplo, él manifiesta tanta ansiedad por la respuesta Divina que llega a imaginar que Dios lo olvidó.

“¿Hasta cuándo, Señor? ¿Me olvidarás para siempre?”

¿No es eso lo que, a veces, se da con los fieles?

“¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí? ¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma, con tristezas en mi corazón cada día?”

¿Hasta cuando, también preguntamos, tenemos que resistir la angustia sin respuesta divina?

“¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí?”

Las cuatro veces consecutivas en las que él expresa hasta cuando indican su límite de sufrimiento.

De hecho, no se puede esperar que la vida cristiana sea un mar de rosas. Al contrario, habrá espinas durante todo el camino. Pero es lo único que garantiza el acceso a la puerta estrecha.

“Mas yo en tu misericordia he confiado; mi corazón se alegrará en tu salvación. Cantaré al Señor, porque me ha hecho bien.”, (Salmos 13:5-6).

¡No le preste atención al pasado, mi amiga y mi amigo! Él no existe más. Usted, sí, existe con su presente.

Asóciese al Espíritu de Dios HOY y garantice su FUTURO!

¡Yo lo/a bendigo en el Nombre del Señor Jesucristo!