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Fe Pura

Hay momentos en los que no se puede esperar al día siguiente.
En el ministerio de Jesús los enfermos eran curados al instante. La multiplicación de panes y peces fue hecha al instante. La resurrección de Lázaro fue hecha al instante.

Si tenemos el Mismo Espíritu de Jesús, ¿por qué esperar la respuesta en el futuro? Claro, hay cosas que exigen tiempo.

Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado…” Eclesiastés 3:1-2

Pero no significa que todo, inclusive las necesidades básicas, también tengan un determinado tiempo de espera. Hay que evaluar si el tiempo no está siendo aliado de la duda. Si así fuera, entonces, no le dé más tiempo al tiempo. Persígalo, haga lo que debe ser hecho, pero no acepte más esta situación.

¿Cómo aliviar al hambriento desesperado en un futuro distante?
Cuando 20.000 personas hambrientas no tenían nada para comer en el desierto, allí mismo Jesús ordenó a Sus discípulos que les dieran de comer.
¿Qué tiempo hay para el náufrago sino salvarlo ya?

El tiempo determinado depende de la situación de urgencia. O sea, necesidades urgentes exigen respuestas urgentes.
Y solo el poder de la fe sobrenatural atiende de inmediato.
¿O será que ese poder está limitado al tiempo?
El de la fe natural sí, el de la sobrenatural no.

¿El Dios de Abraham no es el de hoy?
¿Por qué esperar al futuro si la urgencia es en el presente?
La paciencia tiene un límite.

Debido a eso, invito a los desesperados para que vengan hoy, a las 20 hs., a Avenida João Dias 1800 – Santo Amaro –SP – , a decidirse y lanzarse a todo o nada.

Estoy convocando a los hombres de Dios de la IURD a que hagan lo mismo en sus respectivas iglesias.

Para quien tiene las fuerzas físicas y la paciencia agotadas de tanto esperar, hoy será ¡la GRAN NOCHE DE LA SALVACIÓN!