thumb do blog Blog Obispo Macedo
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Estaba pensando en eso…

“Dijo también esta parábola: Tenía un hombre una higuera plantada en su viña, y vino a buscar fruto en ella, y no lo halló. Y dijo al viñador: He aquí, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala; ¿para qué inutiliza también la tierra? Él entonces, respondiendo, le dijo: Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone. Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarás después.” Lucas 13:6-9

¿Quién sabe definir el espíritu del dueño de la viña? ¿Estaba satisfecho o indignado?

¿Será que esta higuera no tuvo el trato que las otras tuvieron?

¿Será que no recibió el agua que las otras recibieron?

¿Sería la tierra el problema, que fue buena para las otras y no para ella?

Si todas fueron tratadas de forma conjunta, ¿por qué las otras dieron frutos y ella no?

¡Con seguridad, el problema estaba en ella!

Todo lo que las otras recibieron, ella lo recibió. Y, a causa de eso, esta higuera tenía que dar frutos. Ahí estaba la indignación del dueño de la viña.

Cuando su siervo dijo: “Déjame cavar alrededor de ella, y abonarla, y si diere fruto, amén; si no, puedes cortarla” no hubo respuesta de su señor, pues, seguramente, de nada hubiera servido. Porque inclusive, durante todo aquel tiempo, ellos cavaron alrededor de ella y la abonaron –hicieron de todo por ella.

¿Lo que Dios ha dado no ha sido para todos?

Por ejemplo: el mensaje que el obispo Macedo ha pasado, ¿es para algunos o para todos?

Lo que el obispo ha recibido de Dios, ¿lo ha guardado para sí mismo o lo ha compartido con todos?

¡Hemos visto que es para todos!

Entonces, si es para todo el mundo, ¿por qué unos han dado frutos y otros no?

Aquí está la respuesta:

“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el Autor y Consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de Él…” Hebreos 12:1

¿Cómo despojarse, si no hay indignación?

Con certeza, Dios aún tiene muchas cosas para hacer, pero ¿será que esta tan grande nube de testigos no ha sido suficiente?

¡Indígnese y despójese!