Pablo dijo que el dios de este mundo ha cegado la mente de los incrédulos para que no comprendan el Evangelio.2 Corintios 4:4

Yo voy más allá: los espíritus inmundos han impedido a los pueblos ejercitar la razón en los pensamientos de Dios.

Normalmente, las personas tienen pereza de pensar.Quieren todo masticado. Eso ha dificultado mucho su liberación.

Nosotros podemos liberarlas de los espíritus inmundos, mientras están en la iglesia. Sin embargo, allá afuera, ellos intentan volver. Si no hay sustentación firme en los pensamientos (Palabra) de Dios, ellos vuelven.

¡Es preciso resistirlos en el pensamiento! Las personas tienen que dudar de los pensamientos de duda; dudar del miedo y dudar de la preocupación, fundamentadas en lo que Dios habló y está escrito.

La mente, el intelecto, la razón o el entendimiento son el lugar de la decisión.

La decisión entre elegir y obedecer al Bien o al mal.

Cuando se decide obedecer a la Palabra del Bien, el mal es neutralizado.

Debido a eso, Satanás ha invertido fuertemente para intentar impedir que los pensamientos de Dios lleguen al intelecto humano.

Sabe que si eso sucede, la persona será libre de su prisión, depresión, o de lo que sea.

“… y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” Juan 8:32

Es en el intelecto que se procesa la fe inteligente.

Es gratis. No depende de nadie. A cualquier hora y en cualquier lugar se puede hacer uso de las promesas de Dios.

Jesús dijo: conoceréis la verdad. El conocer se da en la mente.

Si quisiese Su verdad en el corazón diría: sentiréis la verdad…

La fe procesada en el corazón es inútil. Mantiene a la persona rehén de los sentimientos. Sus decisiones son tomadas por lo que siente o dejan de sentir.

Las religiones fueron creadas por el diablo, justamente para incentivar la fe emotiva. ¡Inclusive la religión evangélica!

La fe procesada en el intelecto cree en lo que está escrito.

Y porque cree, no da la mínima importancia a lo que siente o deja de sentir.

Ese es el secreto de la victoria: el ejercicio de la fe inteligente.

La fe en la Palabra del Eterno, del Creador, del Todopoderoso, en fin, de Aquel que nunca, jamás y en tiempo ninguno fallará.

“El cielo y la tierra pasarán, pero Mis palabras no pasarán.” Mateos 24:35