En Espíritu y en Verdad
Dios es espíritu.
Por causa de esa realidad, Su Hijo Jesús enseña que Él busca adoradores que lo adoren en espíritu e en verdad.
Cuando dice en espíritu, el Señor elimina cualquier sentimiento humano. O sea, excluye emociones provocadas pe los cánticos regados al sonido de los instrumentos musicales.
No es que los himnos y la música sagrada sean malos. Pero, a decir verdad, mientras el no nace del Espíritu no estará en condiciones de adorar en espíritu, tampoco en verdad. ¿Cómo adorar en espíritu, si no tiene la naturaleza del Espíritu Santo?
Infelizmente, en la mayoría de las veces, el fiel es tan envuelto por el ambiente emotivo de la música que termina rindiéndose a los caprichos del corazón.
Dios es espíritu. Sólo el nacido del Espíritu Santo es espíritu también. No mas alma viviente, no mas emotivo o corazón de manteca.
Muchos, en el proceso de liberación o de nuevo nacimiento, han confundido las cosas espirituales con las emocionales. Y es justamente allí que los espíritus engañadores operan la ilusión.
Adoración en espíritu y en verdad envuelve lo racional humano, su intelecto…
Dios es espíritu. Significa que Él es toda la inteligencia y la sabiduría. ¿Cómo aceptaría la adoración regada de sentimientos puramente humanos?
Jesús hizo tantos milagros y juntando grandes multitudes. Pero por eso no fue glorificado. Pero cuando algunos griegos quisieron verlo, dijo: “Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado.” Juan 12:23
¿Por qué no había sido glorificado antes, cuando bendijo al pueblo? Porque sabía que la gloria del pueblo curado era motivada por los milagros. No porque Él era el Hijo de Dios.
Pero los griegos eran diferentes. Eran inteligentes y querían VER al Hijo de Dios.
Lo mismo sucede en medio del pueblo en general. Glorifican a Jesús por causa de Sus favores. No por lo que realizó en el Calvario.
Muchos cristianos, a pesar de la sinceridad, no entienden que la adoración en la base de la emoción no tiene sentido y ningún beneficio. En su lugar, abre la puerta para espíritus engañadores entren.
Es justamente eso que ha sucedido en estos últimos tiempos. La tal de fanerose ha llevado muchos a verdaderas aberraciones. Algunos incautos entran en «transe» (poseídos por demonios) y caen en el suelo como muertos; otros, también poseídos, andan de rodillas alegando ser leones como o León de la tribu de Judá.
En el momento en que el Señor Dios debería ser servido con la mejor adoración, en espíritu y en verdad, es el diablo que festeja el recibimiento de la «gloria de los carnales».
Los espíritus engañadores utilizan los cuerpos de los incautos para «adorar» en la carne (emoción) y en la mentira (engaño).
Lector (a) amigo (a), cuide para no ser engañado.
Por el amor de nuestro Señor, por su salvación y en el Nombre del Señor Jesucristo, nunca ofrende a Dios algo que no le cueste nada.
Adoración en espíritu exige uso do espíritu humano para el Espíritu de Dios. Palabras simples, sinceras y llenas de gratitud, de certeza y de amor verdadero. Palabras de reconocimiento de todo lo que Él hizo por usted.
Aproveche este domingo y determine, desde ya, ir a la iglesia con sed de adorarlo en espíritu y en verdad.
Mientras usted lee este mensaje, el Espíritu Santo le toca, dándole certeza de que va auxiliarlo (a) para adorar a Su Hijo en espíritu y en verdad.
¡Sean todos bendecidos en el Nombre del Señor Jesucristo!
Por causa de esa realidad, Su Hijo Jesús enseña que Él busca adoradores que lo adoren en espíritu e en verdad.
Cuando dice en espíritu, el Señor elimina cualquier sentimiento humano. O sea, excluye emociones provocadas pe los cánticos regados al sonido de los instrumentos musicales.
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