Email de Marisa enviado a mi hija Cristiane
Hola, sólo quiero agradecerle por los mensajes de fe que salen publicados pues ellos me han ayudado mucho, y seguro que van a continuar ayudándome.
He sufrido mucho en mi matrimonio, pero hoy gracias a Dios y a la IURD, voy a celebrar mis bodas de plata con un matrimonio feliz y mi marido transformado.
Aprendí a perdonar, pues él tenía 3 mujeres, eso sin contar las amantes. También fui liberada del odio y del resentimiento.
Intenté suicidarme. Un día, una de sus amantes que frecuentaba mi casa, en una reunión de domingo en mi iglesia, Dios tocó en su corazón para que ella me pidiera perdón. Ella me abrazó y yo conseguí perdonarla como si nunca la hubiera visto en mi vida. Eso fue muy glorioso para mí, me sentí muy bien. Hablo de eso pero con alegría, para glorificar a mi SEÑOR JESÚS.
PARA MÍ LO MÁS IMPORTANTE ES el encuentro que yo tuve con Dios. Dios confirmó en mi corazón que mientras yo estuviera aferrada a Él, nunca más sufriría nuevamente. Y eso para mí es mi mayor tesoro.
Sabe querida amiga, cuantas veces yo salía de la iglesia y mi marido estaba con drogas, borracho, con mujeres, y yo me consolaba en esos mensajes de fe que usted y su padre escriben. Yo me alimentaba de esa fe y confiaba que destruiría a quien estaba destruyéndome. Usted ni imagina cuán importante son esos mensajes para la gente.
Hoy puedo agradecértelo desde lo más profundo de mi corazón. Déle un gran abrazo de mi parte a su padre, el Obispo Macedo, y las muchas gracias por todo. Yo puedo decir que soy un testimonio vivo del poder de Dios.
¡Un gran abrazo!
MARISA
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