El Verbo
Es imposible que haya comunicación entre los seres humanos sin los verbos o las palabras. En gestos, en escritos, en señales y hasta inclusive en una mirada, es posible que haya comunicación. Directa o indirectamente.
Jesús era el Verbo o la Palabra materializada entre nosotros.
Él era, es y continuará siendo el Único medio de comunicación con el Altísimo.
Como Camino, Verdad, Puerta, Pan de Vida, Agua de la Vida, Primero, Último, Mediador, Intercesor y Abogado, no existe la más mínima chance de llegar al Dios-Padre sin Él.
Por eso, es el Único Salvador.
En el principio era el Verbo y el Verbo estaba con Dios. Juan 1:1
El Dios-Padre envió al Dios-Hijo a este mundo como El Verbo. Y dejó un mensaje: es imposible comunicarse con Él sin Jesús.
Imposible conocerlo sin el Hijo.
No se trata de religión, filosofía o una idea.
Quien quiera salvar su alma del infierno tiene que rendirse al Verbo de Dios: Jesús.
El Dios-Padre no guardó a Su Hijo para revelarse al mundo.
¿Guardaría Él a alguien que lo rechace?
Dios es Espíritu, pero para revelarse a la materia (ser humano), tuvo que sujetarse a la humillación de revelarse también.
A través de Su Hijo, Él Se encarnó.
Debido a esto, el Verbo Se hizo carne y habitó entre nosotros, lleno de gracia y de verdad, y vimos Su gloria, gloria como del Unigénito del Padre. Juan 1:14
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