El Reino de Dios
Tras la creación, Dios hizo a Adán y a Eva para que se desarrollaran en la Tierra, Su Reino.
Ellos fallaron, y el Reino de Dios en la Tierra tuvo que esperar.
A causa de la corrupción espiritual y moral, el Señor tuvo que destruir a la humanidad y comenzar todo de nuevo con Noé y su familia.
Pero, ellos también fallaron, y la corrupción humana prevaleció.
Una vez más, el Reino de Dios en la Tierra no pudo ser inaugurado.
Teniendo en cuenta eso, el Señor llamó a Abraham para establecer una nación diferenciada de las demás.
Un reino en el que la justicia prevaleciese y Su pueblo sirviese como referente de Dios en la Tierra.
Pero, los descendientes de Abraham también fallaron, y el Reino de Dios en la Tierra tuvo que esperar.
Finalmente, no pudiendo establecer Su Reino a partir del género humano, Dios envió a Su Hijo Jesús para establecerlo en los corazones de aquellos que quisiesen.
El Señor Jesús inició Su Reino en la Tierra a partir de los doce apóstoles.
También llamados “Iglesia”, los ciudadanos del Reino de Dios en la Tierra serían dirigidos por el Espíritu de Dios.
Razón por la cual, dirigido por el Espíritu Santo, Pedro direcciona su carta a los verdaderos discípulos de Jesús, diciendo:
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de Aquel que os llamó de las tinieblas a Su luz admirable. 1 Pedro 2:9
Por lo tanto, los miembros que componen la verdadera Iglesia del Señor Jesucristo no defienden cualquier bandera denominacional.
Al contrario, defienden su comunión con el Dios-Padre, a través del Dios-Hijo, bajo la dirección del Dios-Espíritu Santo;
Defienden su salvación;
Defienden su filiación con Dios;
Defienden su carácter de sacerdote (siervo) del Altísimo;
Defienden la justicia del Reino de Dios;
Defienden el hecho de ser propiedad exclusiva de Dios;
En fin, defienden su fe sobrenatural.
Eso se llama vida, y vida en abundancia.
* Imagen meramente ilustrativa
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