¡Hola, obispo!

Esta mañana estuve pensando acerca de cuál sería el valor del presente que Jacob entregó a su hermano Esaú en la moneda actual, y encontré a alguien que había hecho los cálculos en marzo de este año, según el valor del mercado aquí en los Estados Unidos. Los valores parecen muy razonables.

Estos son los valores aproximados de los animales que Jacob regaló a su hermano (en dólares):

200 cabras: u$s 163 cada una = 32.600 dólares

20 bueyes: u$s 177 cada uno= 3.540 dólares

200 ovejas: u$s 340 cada una= 68.000 dólares

20 carneros: u$s 541 cada uno= 10.820 dólares

30 camellas con sus crías: u$s 15.000 cada una=450.000 dólares

40 vacas: u$s 700 cada una= 28.000 dólares

10 toros: u$s 1.700 cada uno= 17.000 dólares

20 burras: u$s 1.500 cada una= 30.000 dólares

10 burritos: u$s 1.500 cada uno= 15.000 dólares

Total: 654.960 dólares

Yo sabía que Jacob era rico cuando dejó a Labán, pero nunca me había dado cuenta de cuán rico era. Si fue capaz de darle a su hermano un regalo de más de medio millón de dólares, lo cual fue claramente un enorme sacrificio, imagínese todo lo demás que poseía.

Creo que ese regalo tuvo un papel extremadamente importante en la historia de Jacob, pues él separó aquellos animales y los envió a su hermano poco antes de luchar con Dios. No creo que haya sido coincidencia. Podemos decir que eso no fue solo un presente para su hermano, sino un sacrificio para Dios.

Como usted ha dicho, la ofrenda sobre el altar no tiene valor cuando tenemos algo contra un hermano en nuestros corazones. Al dar aquel presente, Jacob estaba limpiando su corazón para que su sacrificio fuese aceptado por Dios.

El pasaje bíblico dice también que el regalo fue “adelante de él” tal como lo hacen nuestros sacrificios.

“Con presentes el hombre ensancha su camino y se eleva delante de los grandes.” Proverbios 18:16