thumb do blog Blog Obispo Macedo
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EL PODER de la elección

El poder de la elección es mío, sus consecuencias no pueden ser de los otros.
No es justo hacer una mala elección y culpar a terceros por las malas consecuencias.
Dios nos dio el poder de elegir el bien o el mal, obedecer o desobedecer.

Nadie es perfecto, pero los obedientes persiguen la perfección. Es a estos que el Espíritu de Dios busca para servirlo.

Integridad y rectitud, temor a Dios y fuga del pecado han sido virtudes encontradas en el carácter de los que exhalan el buen perfume del Señor Jesús.

1 – Integridad y rectitud: se trata del carácter en relación a los semejantes. No es solamente dar lo bueno, sino que es también no desear para los otros lo que no se desea para sí mismo. Mateo 19:19

2 – Temor a Dios: se trata de la fidelidad en relación a Dios. Malaquías 3:8

3 – Desvío del mal: es huir de toda forma de pecado o injusticia. Job 1:1

¿De qué sirve hacer la Obra de Dios, y ser o tener mal carácter? Delante de Dios, el mal carácter es como el mal aliento. Insoportable.
Si la Obra de Dios consiste en destruir las obras del diablo, ¿cómo destruir las obras del diablo viviendo en sociedad con él?

Mejor es ser o exhalar el buen perfume del Señor Jesucristo que hacer el perfume.