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El naufragio del Titanic


Cuando pensamos en eventos que sucedieron en la historia durante los últimos 100 o 200 años, nos damos cuenta de ciertos acontecimientos que se destacan por el gran horror, la sorpresa y una gran tristeza. De los tantos que vienen a mi mente, el más devastador fue la destrucción del World Trade Center, en New York, y el naufragio del Titanic.

Las mayores tragedias en los últimos doscientos años pueden ser atribuidas a los jesuitas. Vemos que los jesuitas pueden haber planeado y ejecutado el naufragio del Titanic, mostrando el por qué.

A principios de 1830, los Estados Unidos no tenía un banco central. Los jesuitas querían desesperadamente un banco central en el país, a fin de que tuvieran una reserva ilimitada en donde sacar el dinero para sus muchas guerras y otros esquemas hediondos esparcidos por el mundo.

En 1910, siete hombres se reunieron en Jekyll Island, en la costa de Georgia, para crear un banco central, que se llamaría Federal Reserve Bank. Estos hombres fueron Nelson Aldrich y Fran Vanderlip, ambos representando al imperio Rockefeller; Henry Davison, Charles Norton, y Benjamín Strong, representando a JP Morgan y Paul Warburg, representando a la dinastía de banqueros Rothshild de Europa. Haciendo algunas investigaciones, es posible ver que los Rothshild fueron los agentes bancarios para los jesuitas del papado, manteniendo “la llave” para las riquezas de la Iglesia Católica Romana.

Los Morgan eran competidores amigables de Rothschilds, y socialmente llegaron a tornase los más cercanos a ellos. La empresa, con sede en Londres, fue salvada de la quiebra en 1857 por el Banco de Inglaterra, sobre el cual los Rothschilds tenían una gran influencia. Más tarde, Morgan parece haber servido como un agente financiero y Rothschild fue apareciendo.

Estas tres familias financieras, los Rothschilds, Morgan y los Rockfellers hacen la licitación de la Orden de los Jesuitas por causa de la infiltración de los jesuitas en sus organizaciones. Ellos hicieron lo que fuera necesario para destruir la libertad constitucional en los Estados Unidos para traer al papa al dominio mundial.
Cuando miramos para atrás, a lo largo del siglo 20, vemos el éxito que tuvieron los jesuitas. Ellos continuaron desperdiciando las riquezas de América y atacando continuamente la constitución y las libertades civiles.

La construcción del Titanic comenzó en 1909, en un astillero de Belfast, capital de Irlanda del Norte. La primera Guerra Mundial comenzó pocos años después.

El Titanic fue uno de la flota de navíos de propiedad de White Star Line, una compañía de transporte marítimo internacional.

El Banco no fue el único negocio en que Morgan tenía un fuerte interés. Usando su control sobre los ferrocarriles del país como base financiera, ya que había creado una relación de confianza de trasporte marítimo internacional, que incluía las dos líneas mayores de Alemania, y dos más en Inglaterra, de la White Star Lines.

Había un número de ricos y poderosos que dejaron bien claro el hecho de no estar a favor de la creación de la Federal Reserve System. JP Morgan fue encargado por los jesuitas para la construcción del Titanic. Este “barco imposible de hundirse” serviría como el navío de la muerte para aquellos que se oponían a los planes de los jesuitas, de un sistema de la Reserva Federal.

Estos hombres ricos y poderosos habrían sido capaces de bloquear la creación de la Federal Reserve. Tenían que ser destruidos por un medio tan absurdo que nadie podría sospechar de un asesinato, y tampoco de los jesuitas. El Titanic era el vínculo de esa destrucción. Con el fin de proteger aun más el papado y los jesuitas, muchos irlandeses, franceses e italianos católicos que inmigraban para el “Nuevo Mundo” estaban a bordo. Algunos protestantes de Belfast que querían emigrar para los Estados Unidos también fueron invitados a bordo.

Edward Smith fue el capitán del Titanic. Él había viajado en las aguas del Atlántico Norte durante veinte y seis años y era él maestro más experimentado del mundo en trayectos del Atlántico Norte. Él había trabajado para los jesuitas y JP Morgan durante muchos años.

Edward Smith fue un “jesuita temporario”. Significa que él no era un sacerdote, pero era un jesuita de túnica corta. Los jesuitas no son necesariamente sacerdotes. Los que no son sacerdotes pueden servir por medio de su profesión. Cualquiera podría ser un jesuita, y su identidad no ser conocida. Edward Smith sirvió a la Orden de los Jesuitas en su profesión como capitán de mar.

Los puntos mas interesantes sobre el Titanic fueron discutidos en una cinta de video hecha por la National Geographic en 1986. El video se titula “The Secrets of Titanic” (Los secretos del Titanic, en traducción libre). Cuando el Titanic partió del sur de Inglaterra, el 10 de Abril de 1912, Francis Browne, maestro de los jesuitas de Edward Smith, embarco en el navío. Este hombre era el Jesuita más poderoso de toda Irlanda y respondía directamente al general de la Orden de los Jesuitas, en Roma.

Por orden de “Dios”, (el general jesuita era considerado así) es lícito matar a los inocentes, robar, cometer adulterio, porque él (el papa) es el señor de la vida y la muerte, y de todas las cosas, y así cumplir su mandato, es nuestro deber. – Brownlee WC, Instruções Secretas dos Jesuítas, a América e a União Cristã dos Negócios Estrangeiros.

No hay registros en la historia de una asociación, cuya organización estuvo durante trescientos años inalterable por todos los acontecimientos, y que ejerció una influencia tan inmensa sobre los destinos de la humanidad…, “El fin justifica los medios”, esta expresión es la favorita, y como su único fin, como demostramos, es el fin, en su licitación el jesuita esta listo para cometer cualquier crimen. – GB Nicolini, A História dos Jesuítas, Henry G. Bohn.

Recordemos el juramento que cada persona lleva para tornarse parte de la Orden de los Jesuitas:

Debo considerarme como un cuerpo muerto, sin voluntad o inteligencia, como un pequeño crucifijo que está unido sin resistencia a su voluntad de quien lo mantiene, como un equipo en las manos de un hombre viejo, que lo usa como él lo exige, y se adapta mejor a él. – RW Thompson, as pegadas dos jesuítas, Hunt y Eaton.

Cuando una persona toma el juramento de los jesuitas, esta vinculado a su maestro hasta el día en que él muera. Edward Smith se tornó un hombre sin voluntad ni inteligencia. El cometió el crimen que la Orden quería que hiciera. Edward Smith se le exigió que se martirice. Abordo del Titanic, aquella noche, Edward Smith sabía cuál era su deber. Estaba bajo juramento. El barco había sido construido para los enemigos de los jesuitas. Después de tres días en el mar, el Titanic fue conducido a toda velocidad – 22 nudos- en una noche sin luna, oscura, a través de un área gigantesca de hielos – cerca de ochenta kilómetros cuadrados. Edward Smith lo hizo a pesar de recibir por lo menos ocho telegramas advirtiéndole que sea más cauteloso, porque estaba yendo muy rápido.

Edward Smith ¿precisaba de un aviso? No, el había viajado en esas aguas durante veinte y seis años. El sabía que había icebergs en aquella área. Pero, ocho advertencias no pararían a este hombre que estaba bajo juramento de los jesuitas, y bajo las órdenes de destruir el Titanic.

Una de las mayores tragedias del siglo XX, el naufragio del Titanic está en la puerta de la Orden de los Jesuitas. El barco insumergible, el palacio flotante, fue creado para ser la tumba de los ricos, que se opusieran al Federal Reserve System. En abril de 1912, toda la oposición a la Reserva Federal fue eliminada. En diciembre de 1913, el Federal Reserve System surgió en los Estados Unidos. Ocho meses después, los jesuitas tenían fondos suficientes a través del banco de la Reserva Federal para comenzar la Primera Guerra Mundial.

El naufragio del Titanic fue lo que algunos llaman de ritual de Saturno. Es valido porque el evento tuvo un efecto traumático sobre la visión del mundo de la infalibilidad de la revolución industrial.

Derrotaron la visión de la humanidad para desarrollar tecnologías que podían “engañar” a los elementos y proteger la humanidad de los caprichos de la naturaleza.

Referencias: Jules