Señora Cris:

Es con una alegría INCONMENSURABLE que le escribo. Me gustaría compartir algo que cambió mi vida en los últimos días.

Existe un Hospital aquí en Campos do Jordão (SP) llamado S3, que trata a personas con tuberculosis, SIDA y sífilis. Tiene un ala femenina a la que fui a hacer un trabajo de evangelización. Confieso que cuando fui a ver a las pacientes por primera vez salí pensando, y dándole mucho más valor a mi vida – lo que me ha hecho agradecer por no haber llegado a un estado tan crítico como el de esas mujeres.

Todas están allí debido al CRACK. Son de San Pablo y, a pesar de estar enfermas, no reciben visitas (pues somos la ÚNICA iglesia que tiene “coraje” de hablarles de Jesús). En cada cuarto al que entré fui recibida con una sonrisa sincera y contagiosa. Por más grande que sea el problema que enfrentan allí adentro, ellas ríen y nos hacen reír.

También existe un ala roja, que es la parte del hospital a la que los pacientes llegan y permanecen solo esperando la hora de morir. Hoy, después de que el obrero comenzó el trabajo haciendo las oraciones y atendiéndolos los domingos, todos los enfermos de ese ala tuvieron una mejoría del 100%, y ahora ya no existe ninguno de ellos con riesgo de muerte ni contagiando la enfermedad.

Bueno, pero lo que me gustaría compartir con usted es que realizamos un evento en ese lugar el 20 de enero, con las mujeres. Les llevamos un café y un kit de higiene, oramos, conversamos de mujer a mujer, reímos y hablamos de Jesús, además de regalarles el libro Mujer V.

¡Nunca las había visto tan felices! Hicimos todo en el Espíritu, y el Poder de Dios se manifestó. Cada día que vamos a visitarlas, creen más en el Poder de Dios, en la recuperación y en su cambio de vida. Eso me ayudó a renovarme mucho más en lo espiritual. Hoy volví con la sensación del deber cumplido, de haber ganado almas. Y, así como me ayudó, creo que ayudará a muchas personas. Le adjunto el montaje simple de algunas fotos de nuestro evento en el Hospital S3.

Un beso

Letícia David de Souza – Campos do Jordão, SP.

Y, no se olvide: “Porque así dijo el Alto y Sublime, El que habita la eternidad, y cuyo Nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados”. Isaías 57:15