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El lugar más seguro

“Luego envió a él un capitán de cincuenta con sus cincuenta, el cual subió a donde él estaba; y he aquí que él estaba sentado en la cumbre del monte. Y el capitán le dijo: Varón de Dios, el rey ha dicho que desciendas. Y Elías respondió y dijo al capitán de cincuenta: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y consúmate con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo, que lo consumió a él y a sus cincuenta.” 2 Reyes 1:9-10

Meditando en este pasaje, vemos que mientras estamos en el monte (Altar) estamos FUERA DEL ALCANCE DEL DIABLO, somos intocables. Y, además de eso, todo lo que determinamos, sucede.

Sabiendo eso, el diablo, obviamente, va a sugerirle al siervo de Dios lo mismo que le sugirió a Elías: “Desciende”. Una vez que la persona decide descender del monte, o sea, sacar su vida del Altar, ella y todo lo que posee queda totalmente a merced del diablo. Y es importante mencionar que sacar la vida del Altar no es necesariamente salir de la iglesia, sino dejar de sacrificar.

Muchas personas están dentro de las iglesias supuestamente sirviendo a Dios y, sin embargo, el diablo ha sacado provecho de ellas.

Él dijo: “El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente (…) Lo saciaré de larga vida, y le mostraré Mi salvación.” Salmos 91:1,16

¿No será el Altar ese abrigo del Altísimo cuyos habitantes no pueden ser alcanzados por el mal? ¿Y no habrá una semejanza entre ese lugar y el Monte Hermón, ya que en ambos Dios promete bendición (larga vida) y vida para siempre (Salvación)?

Colaboró: Sandro Silveira – Paraguay

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Observación: Este domingo 19, a las 18 horas, estaré refiriéndome al tema “Fe y Sexo” en la Av. João Dias 1800 – Santo Amaro (SP). Estaré respondiendo algunas preguntas intrigantes y sensibles posteadas en este blog.

Salvo si hubiera otra dirección del Espíritu Santo.

¡Que Dios los bendiga!