Permanece el disgusto de David

“Salva, oh SEÑOR, porque se acabaron los piadosos; Porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres.” Salmos 12:1

Por increíble que parezca, como en los días de hoy, allá en los tiempos de David, las personas insistían en hacer su propia voluntad, rechazando la disciplina y las reprensiones que son los caminos de la vida.

En el primer capítulo de esta serie, ustedes deben recordar, David sintió disgusto.

Ahora usted lo ve pidiendo socorro. ¿Por qué?

¿Estaría disminuyendo el número de personas que frecuentaban el Lugar Santo?

¿Será que es eso lo que él quiere decir cuando dice: han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres?

¡Seguro que no! Lo que él lamentaba no era la ausencia de personas, pues la nación crecía cada día más y más.

Es el caso de las iglesias llamadas cristianas, inclusive la nuestra. La mayoría de las personas no se va, ¡ellas están allá! Lo que no se encuentra más es la fidelidad dentro de ellas, y vea que estamos hablando de personas que, en otra época, ya fueron fieles en todo.

Pues bien, para terminar, ¿por qué David pide socorro y por quién?

Él pide socorro por los propios infieles, pues todos los que viven de esa forma están en una Terapia Intensiva espiritual.

¡Cúrese! ¡Vuelva a ser fiel!

Obispo Guaracy Santos

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