thumb do blog Blog Obispo Macedo
thumb do blog Blog Obispo Macedo

El demonio de la envidia

En cuanto a mí, mis pies estuvieron a punto de tropezar, casi resbalaron mis pasos. Porque tuve envidia de los arrogantes, al ver la prosperidad de los impíos. Salmos 73:2-3

Entonces volveréis a distinguir entre el justo y el impío, entre el que sirve a Dios y el que no Le sirve. Malaquías 3:18