thumb do blog Blog Obispo Macedo
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Desahogo de la Indignación

Obispo,

Aprendí de usted que el compromiso con la verdad debe ser uno de los pilares que rigen mi vida. Así ha sido desde que me torné miembro de la IURD y será para siempre en mi vida. Viví en la práctica de la mentira y sé lo que eso me costó. Si el refrán dice que “es posible engañar a pocos por mucho tiempo, a muchos por poco tiempo, pero no es posible engañar a muchos por mucho tiempo”, yo lo complemento diciendo que es imposible engañarse a sí mismo, pues al hacer eso, estamos intentando engañar al propio Dios. Y Dios no Se engaña ni es engañado.

Por eso, pido su permiso para hacer de su blog mi espacio de desahogo sobre las mentiras, las maquinaciones, las formas espurias con las que están alcanzando a la población de San Pablo, especialmente los más sufridos en esta campaña por el gobierno de la ciudad. En todas ellas veo el nombre y el apellido de aquel que tiene como principal objetivo apartarnos de los valores fundamentales de nuestra vida: el candidato del PT, Fernando Haddad.

Enumero aquí cinco razones por las cuales no voto al sr. Haddad:

1. Tengo un hijo de 11 años. Está en sexto grado y es un excelente alumno, dedicado a los libros, respetuoso con sus maestras, compañero de todos en su grupo. Como hombre de Dios, yo jamás aceptaría que esta realidad fuese alterada por la llegada del kit gay a su salón de clases. Bajo el falso pretexto de la tolerancia, cuando el sr. Haddad era ministro de educación intentó obligar a las escuelas a distribuir una publicación que defiende la homosexualidad, que estimula a nuestros niños a vivir en pecado, que rasga todo lo que logramos transferir de valores y verdades a nuestros hijos. Eso no sucedió porque en ese momento nosotros, los evangélicos, hicimos valer nuestra fuerza junto a la presidenta Dilma.

2. Con el sr. Hadad en la prefectura (intendencia), sin la presidenta como jefe, es obvio que él estará libre para infectar las escuelas municipales con su kit gay, revirtiendo todos los principios morales e ignorando (pues no necesitará más de nuestros votos) nuestros clamores por la moral. Basta observar lo que los auxiliares directos del sr. Haddad dicen sobre el tema. Lo tratan como una venganza personal, como la gran oportunidad de “demostrar que él estaba en lo correcto”. No dudo de que esa sea una de sus primeras medidas como prefecto (intendente), en el caso de que sea elegido.

3. El sr. Haddad miente. Ataca sin argumentos a los demás candidatos, principalmente al líder en las mediciones, Celso Russomanno. Engaña a la población diciendo que Russomanno aumentará el boleto de colectivo. Es mentira. Descarada, desleal, típica de quien está listo para el “vale todo” por un cargo. Russomanno quiere cobrar menos a quien viaja menos y mantener la tarifa en R$3 para quien viaja más, inclusive con el billete único. Es solo cuestión de justicia. Si viajo por dos secciones, ¿por qué debo pagar lo mismo que el que viaja por diez o doce? Eso debería haber sido implementado antes, si tuviésemos hombres serios gobernando nuestra ciudad. Lo que no es el caso del sr. Haddad.

4. Como profesor que soy desde 1996, pienso que es una imprudencia lo que el sr. Haddad hizo con el Enem. Fuga de pruebas, de resultados, total incapacidad de admitir sus equivocaciones. Transfirió la responsabilidad que le correspondía como ministro de educación hacia los empleados de la gráfica, como si no fuese capaz de asumir sus propios errores. Errar es humano, sr. Haddad, y Dios sabe perdonar a aquellos que cometen deslices. Soy prueba viva de eso. Lo que no se puede, candidato, es llamarse infalible, pues esa es una característica exclusiva de nuestro Dios.

5. Sigo las noticias de cada día, no soy (y no somos, nosotros, el pueblo escogido por Dios) un alienado como le gusta decir al sr. Haddad y a muchos de sus compañeros de partido. Leo las noticias sobre la corrupción generalizada. José Dirceu, Genoino, Delúbio, Marcos Valerio, son todos compañeros de Fernando Haddad. Por más que sean condenados, ¿quién nos garantiza que, el día siguiente a la asunción, no estarán debidamente instalados en los gabinetes del secretario de la prefectura (intendencia)? Y aunque no sean ellos personalmente, sus indicados estarán allí, al final, el Sr. Haddad no tiene historia que no haya sido enumerada antes y necesitará sus comparsas para componer su gobierno. Robaron en Brasil y ahora asaltarán San Pablo.

Los cinco puntos pueden ser resumidos en una frase: el sr. Haddad no tiene compromiso con la verdad, no es un hombre de fe, no respeta en lo más mínimo los valores esenciales de la vida de quien escogió al Señor Jesús como guía. Por eso no tiene mi voto y no puede ser prefecto (intendente) de San Pablo.

Pero, ¿de qué sirve señalar problemas sin presentar soluciones, obispo?

Antes cité a Celso Russomanno y ahora enumeraré los cinco motivos por los que mi voto es de él.

1. El PRB, partido de Russomanno, tiene en sus cargos de dirección a verdaderos hombres de Dios. Fueron atacados cruelmente por la prensa y por los demás candidatos justamente por seguir la fe inteligente, pura, que nos liga directamente a nuestro Señor, sin intermediarios, sin emociones baratas, únicamente con la verdad que existe dentro de ellos.

2. Russomanno fue diputado federal por cuatro mandatos consecutivos, el primero de ellos en 1994, con votación record. Está desde hace 22 años defendiendo a la población en las calles, dando su cara para luchar y no escondido detrás de asesores en gabinetes intangibles. No está comprometido con nadie, no carga consigo la marca de la inexperiencia desastrosa del sr. Haddad, o el hambre por el poder de Serra.

3. Ya que toqué este punto, si Russomanno es atacado por una inexperiencia que no posee, ¿qué decir entonces del ex presidente Lula que, antes de llegar al cargo máximo del país había sido diputado federal solo una vez? ¿Impidió eso que hiciera el trabajo que hizo?

4. La ciudad de San Pablo está cansada de las mismas caras, de esa eterna pelea entre dos partidos como si los millones de personas que viven aquí fuesen una torta a ser rebanada, o para uno, o para otro. Me rehúso a participar de este juego en el que los dados lanzados por hombres enteramente sin compromiso con lo correcto, lo justo, lo verdadero, mueven los “peones” que ellos piensan que somos en este tablero de cartas siempre marcadas.

5. Llego a mi más importante motivo para votar a Celso Ruussomanno. La tolerancia. Al principio de este mi desahogo, hablé sobre la importancia de la verdad. Incluso atacado por todos, incluso vilipendiado, Russomanno supo mantener la ética y no se rebajó. Refutó cuando fue preciso, cuando la mentira quiso ser mayor que la verdad, pero, ¿qué hombre no daría su vida por aquello que cree que es lo mejor para su familia, sus hijos, su futuro? Cuando vio que dirigentes del PRB fueron injustamente atacados y constató que el juego sucio intentaba empujar esta elección hacia una guerra santa, salió en defensa de aquellos que lo apoyan independientemente de credo o de raza. Sé que Celso Russomanno no es evangélico, pero el respeto que demostró por nuestra fe, la verdad con la que conduce su vida y su campaña, hacen de él un digno representante de nuestro pueblo, de nuestra historia.

En mi opinión, es así como enseñaremos tolerancia a nuestros hijos y nietos y no con un puñado de inmoralidades impresas en un kit como quiere y hará el sr. Fernando Haddad.

Que Dios lo siga bendiciendo a usted y a todos los lectores de su blog.

Muchas gracias.

Amigo