Buenas tardes, obispo.
Esta foto muestra el bautismo en las aguas de Murtala y Fatumata, que eran musulmanes. La pareja llegó al Cenáculo del Espíritu Santo de Baixa da Banheira – Portugal, hace 5 meses, con muchos problemas. Uno de esos problemas era el matrimonio, peleaban mucho y estaban a punto de divorciarse.

Me acuerdo cuando lo atendí por primera vez, decía que tenía pensamientos de matar a la esposa. Dentro de la casa no había paz, era un verdadero infierno. Sin embargo, al poco tiempo de participar de las reuniones, comenzaron a ver la diferencia en sus vidas. Las peleas dentro de casa se terminaron y tantos otros problemas se están resolviendo.

Obispo, al segundo día de estar en la Iglesia, él entendió el significado del diezmo, e inmediatamente tomó la decisión de ser el propio diezmo.

Al tercer día de estar en la Iglesia, comenzó la Campaña de Israel del Monte Moriah, él y su esposa fueron unos de los primeros en participar.

Después de la reunión, fui a conversar con él, le pregunté si sabía lo que era el sacrificio. Me dijo que la vida entera había sacrificado para el diablo, a través de las enseñanzas de los brujos, y para su religión, pero ahora entregaría toda su vida a aquel Dios que estaba conociendo.

Inmediatamente después vinieron para ser bautizados en las aguas. Y lo que más me llamó la atención fue que al orientarlos, antes del bautismo, les expliqué acerca de renunciar a sí mismo en pro del Espíritu Santo.

Cuando terminé les pregunté si habían entendido, y él me dijo que, una cierta vez, un amigo necesitaba dinero para ir a un país a buscar drogas, y le pidió prestado, como no tenía, entonces le dio su BMW para que el amigo lo vendiera y fuera a buscar la droga.

Entonces me dijo: “Si en el pasado sacrifiqué por un amigo, ahora haré mucho más por el Espíritu Santo”.

La diferencia no reside en el tiempo que la persona tiene de Iglesia, sino en la entrega total y completa al Espíritu Santo.

Pastor Alan Vitório – Portugal