Hoy no voy solo a postear un fragmento de libro, ¡sino a contar la experiencia que viví al leerlo!

Volviendo hacia casa, tomé el ómnibus lleno, como de costumbre. Sin embargo, creo que Dios ya había preparado ese momento.
Siempre hago el recorrido de Oscar Freire hasta la Universal donde concurro, en Rio Pequeno. Estaba parado, pero ayer, después de pasar el molinete, un hombre se levantó para que yo me sentara (los milagros existen ¡hihihihi!).

Empecé a leer Nada que Perder 2, pero esta vez fue diferente.

Cada palabra citada por el obispo sobre los eventos realizados en el Maracaná y en el Maracanãzinho me transportaba hacia el interior de los estadios.
Fue como si yo hubiese estado allá, y realmente lo estaba, pues pude experimentar, dentro de un ómnibus, lo que esa multitud había vivido años atrás.

“Comencé el culto en el Maracaná y Renato Maduro en el Maracanãzinho. Nuestra preocupación central era llevar una profusión de hombres y mujeres al bautismo Celestial. El Espíritu de Dios está a su disposición hoy, AHORA. (El obispo estaba hablando conmigo, ¡y agarré la oportunidad dentro de un ómnibus!) Él está listo para hacer de usted una nueva criatura. Él quiere vivir dentro de usted.”

Listo, ya no lograba leer más el libro, pues la presencia de Dios ya se hacía notoria dentro de mí. Cerré mis ojos, y allí, dentro de un ómnibus repleto, donde incluso sentada me comprimían los empujones de las personas, tuve una experiencia con Dios.

¡Ah, qué alegría! ¡Qué día!

Hoy me siento como esa nueva criatura, que fue determinada hace millares de años, en una época en la que yo todavía no había nacido.

¡Cuán magnífico es nuestro Dios! ¡Y cuán bueno es mantenernos siempre sensibles a Su Voz!

Si hubiera estado desatenta, jamás hubiera vivido lo que sucedió conmigo.

Eso demuestra que debemos estar atentos y vigilantes, como nos orienta la Palabra de Dios: “Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.”. Mateo 25:13

¿Cómo puede salir tanto poder de un libro?

Eso es Fe Genuina que no viene solo por oír la Palabra, sino por creer en la Palabra, pues, en mi caso, leí para después oír al Espíritu Santo hablar conmigo.

¡Que podamos tener esa Fe que el obispo tiene, capaz de transmitir el poder de la Salvación a todos los que se encuentran perdidos!

Katia Mindé

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