Citas, Noviazgo y Matrimonio - 4ª parte
Si hay algo que uno debe tener claro antes del matrimonio es saber qué quiere hacer el resto de su vida, para de ese modo, escoger la persona adecuada y poder ser feliz. Es una inversión a largo plazo que ha de ser meditada. Si la mujer desea cosas para su futuro distintas a las de él, y viceversa, cada uno tirará hacia un lado diferente y eso creará problemas.
Todo en la vida sigue un orden, ese orden fijo fue establecida por el propio Dios. El matrimonio también sigue un orden, una disciplina: la mujer debe someterse al marido, y respetar que la última palabra es la de él.
Cuando uno se casa, al principio hay problemas de adaptación, entre otros motivos por la falta de madurez de uno de ellos, o de ambos, pero después las cosas comienzan a fluir de forma natural. El matrimonio no consiste en unir dos cuerpos, no se trata sólo de usar la emoción, o caer en el error de pensar que se podrá cambiar al otro después de casados, porque lo único que se conseguirá con esa actitud es añadir a la dificultad que conlleva el período de adaptación, otros problemas mayores.
Los ajustes han de ser hechos antes del matrimonio. Es necesario saber qué desea la otra persona para su futuro e incluso conocer su entorno familiar, antes de unirse para el resto de la vida. Es importante usar la inteligencia, la fe y el temor a Dios. Así uno se evitará sufrir sentimentalmente el día de mañana, como vemos que ocurre en la actualidad en la vida matrimonial de muchas personas. Si este es su caso sepa que Dios es grande y que todo es posible a aquel que cree. Siga luchando, haga su parte que Dios hará la de Él.
El matrimonio es algo muy serio que no debe tratarse con infantilismo, o dejarse llevar por la emoción del corazón. Estar seguro antes de tomar este paso decisivo en la vida es de adultos.
“El desconfiado está vivo, y el prudente fue al entierro del insensato”.
Qué Dios le bendiga.
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