Citas, Noviazgo y Matrimonio - 2ª parte
Continuamos hablando acerca de la vida sentimental. Y Cristiane nos contaba que ella inclusive pidió a Dios una prueba para cerciorarse de que Renato había sido enviado por Dios. Y a mí me gustaría que supiera de la historia de Ester.
Ella estaba saliendo con un muchacho, pero aún así ella pedía a Dios que se hiciera, por encima de todo, la voluntad de Dios. Voy a contarles el caso de una amiga suya que tenía un novio. A esta amiga no le interesaba saber si ese chico era de la voluntad de Dios o no y siguió adelante hasta el punto de casarse con él. ¿Sabe cuál fue la consecuencia de ello? Acabó divorciándose.
En cambio Ester, estaba saliendo con alguien y su actitud fue diferente. Toda novia está preocupada en los preparativos de la boda, el vestido, donde van a vivir… sin embargo, Ester no. Ella por encima de todo quería tener la seguridad de que lo que estaba haciendo era de la voluntad de Dios.
En ella había cierta inseguridad sobre su relación con ese chico. Así que, ella paró, reflexionó y pidió a Dios una señal. Si ella fuera una persona sentimental, que hubiera vivido por la emoción, ¿Qué hubiera hecho? Se hubiera envuelto en la fantasía de la boda, en imaginarse en el altar los regalos… En definitiva hubiera ignorado la voluntad de Dios.
Cuando uno ignora la voluntad de Dios, la persona acaba por engañarse a sí misma. El corazón está tan lleno de mentiras por ese «supuesto» amor, basado en una fe emotiva que se olvida totalmente de Dios y de Su voluntad. Y acaba cosechando fracasos.
Y a veces, un pequeño detalle, pequeñas cosas que la persona deja pasar traen un Gran Problema. Por ejemplo, cuantas no son las personas que son fieles a Dios, son diezmistas pero que no se preocupan en llegar a la hora exacta a la reunión o inclusive un poco antes. y luego estas son las personas que quedan reclamando a Dios el cumplimiento de Sus Promesas. Pero, si ellas no son fieles en algo tan pequeño, tan insignificante cómo no llegar tarde, ¿cómo es posible reclamar así a Dios?
Quien es nacido de Dios, tiene ese sentido de la RESPONSABILIDAD. Y así también en el caso del matrimonio. Los pequeños detalles que la persona ignora, más adelante van a traerle problemas y pero para cuando se de cuenta de como esos pequeños detalles estaban tratando de llamar su atención, ya será demasiado tarde.
Ester pudo ver en ese chico con el que salía un pequeño detalle, mejor dicho UN GRAN DETALLE que fue el hecho de él ser una persona infiel. ¿Y cuál fue la actitud de ella? Al estar por encima de todo la voluntad de Dios, ella acabó con esa relación. A través de ese detalle Dios mostró que ese chico no era de la voluntad de Él para ella.
Amigo, quien es realmente nacido de Dios, quiere hacer en primer lugar la voluntad de Dios, antes de la suya propia, por supuesto. Y a lo mejor ese ha sido su problema hasta el día de hoy, no ha querido hacer la voluntad de Dios y sí la suya.
Piense en la actitud del propio Señor Jesús: «Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo…» (Mateo 6.9, 10);«Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú quieras»(Mateo 26.29).
Si el propio Hijo de Dios quiso hacer la voluntad de Dios, ¿será que nosotros, los nacidos de Dios tenemos que actuar de forma diferente?
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