Escribo esta carta para que Ud. señor ore por mí, y también, si lo siente en su corazón, se la lea a los obreros. Hace 13 años, abandoné la Obra del Señor Jesús porque dejé que la amargura entrase en mi corazón.

Hice la Obra de Dios desde 1991 a 1996. Era una obrera bendecida, hacía la obra con todo mi amor, evangelizaba, porque me gustaba salir, y participaba de todos los grupos, hasta el de los presidios.

Yo siempre servía en las iglesias sedes, donde el trabajo de obrera era grande, pero nunca murmuré. Mi vida económica era una bendición, mi familia estaba casi toda convertida. La primera vez que la IURD hizo una excursión a Israel, fui. Recorrí todos los caminos de Jesús, fue una bendición. Todo era muy bendecido en mi vida. Llegué a ser responsable por la escuela bíblica de la región de São Cristovão, en la ciudad de Río de Janeiro, después allí, abrimos un centro para drogadictos, y muchos están hasta hoy en el camino del Señor.

Pero, un día, yo abrí una brecha y dejé que el orgullo entrara en mi corazón. Me amargué mucho con un pastor y, a pesar de mis razones, dejé que mi Salvación se fuera.

Largué todo, y todo lo que hacía de malo, lo volví a hacer peor. Volví a consumir drogas y, con muchas más fuerzas, intenté matarme cuatro veces. En 2002, casi muero de una sobredosis. Fui internada, y estuve 6 años sin drogarme, pero no conseguía volver a los brazos de Jesús.

El año pasado, volví a drogarme nuevamente y fui haciendo tantas cosas sin juicio que termine detenida. Nunca imaginé eso, pero aquí yo pude creer y pare de fumar, de drogarme y no tengo más ganas de hacerlo. He buscado la presencia de Dios y el Espíritu Santo, pues, cuando yo salga de aquí, volveré a servir a Jesús. Quiero volver a hacer la Obra de Dios, entonces, oren por mí, porque sé que el diablo hará de todo para que eso no suceda. Y que ningún hombre y ninguna mujer de Dios jamás abandone y salga de la presencia de Dios, porque lo que está escrito en la Palabra de Dios es verdad: yo comí de los puercos.

Gracias.

Marcia Moraes
Detenida en la 72 DP

¡Oren por mí y cuiden su Salvación!

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Esta carta es de una ex-obrera que se encuentra detenida en la 72 DP.

Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada.

Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. (Mateo 12:43-45)