¿Para qué la fe? ¿Su función es apenas conquistar las promesas Divinas? Su servicio mayor es llevar a las personas a la salvación eterna por medio de una relación viva con Dios. Además, les hace tener firmeza en sus decisiones que les van a proporcionar calidad de vida.

A modo de ejemplo, tenemos a la ciencia, que ha ofrecido varias opciones para prevenir la concepción. Pero ahí surge la pregunta del cristiano religioso: “¿Dónde está escrito en la Biblia sobre el permiso de usar anticonceptivos? ¿Eso no sería pecado? ¿Podemos o no hacer uso de eso?”.

En el inicio de mi matrimonio, Ester usó la píldora anticonceptiva durante casi un año. Pero se sintió muy mal y tuvo que interrumpir su uso. Como no había vasectomía, partí hacia el sacrificio: comencé a usar condones.

¿Por qué hice esto? Porque no reunía condiciones económicas para tener hijos. Fue una cuestión de fe. No le pregunté a nadie si era o no pecado. Simplemente, usé mi convicción personal para decidir qué hacer.

La fe inteligente nos hace decidir, con firmeza y seguridad, lo que es mejor.

“…todo lo que no proviene de fe, es pecado” (Romanos 14:23)

Haga uso de su fe y vaya hacia adelante.

¡Dios bendice a los que creen!