Estimado obispo Julio:

Envío este email en nombre de los miembros y de los obreros(as) de la Iglesia de Vigo, en España, con el objetivo de agradecerle la oportunidad de participar de la reunión del obispo Macedo, realizada en la Catedral do Porto, en Portugal.

Para nosotros que, debido a la distancia, algunas veces estamos desconectados de las demás iglesias, la reunión fue, con certeza, un gran avivamiento para cada uno y un paso más rumbo al crecimiento de nuestra iglesia.

Para la mayoría de los miembros y obreros, esta fue la primera vez que presenciaron una reunión con el obispo Macedo, y es algo que valoramos mucho.

Todo eso coincide con un momento muy importante ya que, dentro de pocos días, estaremos inaugurando nuestra nueva iglesia, con más de mil metros cuadrados, algo que nos impulsa para que la Obra en nuestra ciudad avance mucho más a partir de ahora.

Nuestra caravana para el evento en Portugal fue de 71 personas, entre los ómnibus y algunos autos particulares. Algunas de esas personas venían de La Coruña, que queda casi a 160 km al norte de Vigo – 20 de ellas son integrantes del Grupo Joven.

Estos jóvenes observaron entusiasmados y atentos todo lo que el obispo nos enseñaba. Varios de ellos estuvieron de acuerdo en que una de las palabras que más les había impactado era la dedicada a la tercera edad.

Reconocieron que no habían sabido valorar a sus padres como debían, pero que a partir de ahora se esforzarían para escuchar y hacer caso a todas sus enseñanzas.

La más grande de todas las obreras dijo: “Lo que más me impactó fue escuchar al obispo decir que el pueblo simboliza a Dios para los pastores y obreros. Eso me hizo pensar que tengo que darle lo mejor al pueblo, cuidando las almas.”

Una joven, natural de Mozambique, que ahora está estudiando en la Universidad de Vigo, comentó que la reunión fue una respuesta a sus necesidades, porque está pasando por un momento difícil y delicado, por eso fue para buscar una solución, y la encontró.

Para otro joven fue notoria la vitalidad y juventud del obispo Macedo a pesar de sus años, y eso le impresionó mucho.

La explicación simple sobre cómo funciona la fe, de manera inteligente y sin emociones, fue algo que también impactó a muchas personas, en especial a una señora española, que es profesora y que todavía no frecuenta la iglesia. Le llamó mucho la atención ese abordaje de la fe, la importancia de la mente en el momento de las decisiones, el control de las emociones y la práctica de esas enseñanzas día a día. Para ella fue un gran descubrimiento, una palabra que le dio vida.

Esos son solo algunos testimonios de los que recogí, y sé que para cada una de esas personas fueron experiencias diferentes y maravillosas.

Queremos agradecer una vez más esta oportunidad, que valoramos mucho, y esperamos que sea la primera de muchas otras más.

Un abrazo afectuoso.

En la fe

Dra. Teresa Pérez, obrera de Vigo.

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