Abram seguía a Dios, y Lot seguía a Abram
¡Buenas tardes, obispo!
Hoy a la mañana estaba meditando acerca de lo que hablamos el domingo sobre Abram y Lot, y me encontré con una triste realidad respecto a algunos que “hacen” la obra de Dios.
Dijo el Señor a Abram… (Dios hablaba con él) Génesis 12:01;
Y se fue Abram, como lo ordenara el Señor (Abram obedeció) Gênesis 12:04;
Y edificó allí un altar al Señor (Abram hizo el sacrificio) Gênesis 12:07;
Cuando él llegó a otra región, en Betel, dice que “edificó allí altar al Señor, e invocó el nombre del Señor”. (Quiere decir que continuaba sacrificando y ahora invocaba. No se basó en lo que hizo en el pasado, sino que vivía una vida de sacrificio, sacrificio y sacrificio.) Génesis 12:8;
Abram siguió su jornada y ¿adónde regresó? “Hasta el lugar del altar que había hecho allí antes; e invocó allí Abram el nombre del Señor”. Génesis 13:4
Resumiendo, Abram oía la voz de Dios, hablaba con Dios, Lo obedecía y Le presentaba sacrificios – CONTINUAMENTE.
¿Y Lot? La Biblia lo relata varias veces y siempre es igual: Que Lot iba con Abram, seguía su sombra.
Estaba pensando que existen muchos que hacen la Obra así, siguen la corriente, siguen lo que está siendo dicho que se haga, pero no tienen una dirección, una revelación, experiencias; no logran ver lo que va a cambiar la situación de ese lugar y de las personas de allí.
Lo peor es que Lot, aun siguiendo al que sacrificaba, no aguantó ir hasta el fin. Llego un momento en que surgió un problema y vino la separación, que es lo que ha sucedido con muchos: siguen durante un tiempo, pero no logran ir hasta el fin. ¿Por qué? Porque no Lo oyen y no hablan con Dios, no obedecen y no sacrifican.
Entonces, tenemos pastores, esposas u obreros que son “Abram” o “Lot”.
Colaboró: Pr. Rodrigo Silva
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