De las ruinas a la gloria de Dios, 15 años después
Obispo Macedo,
Soy un sobreviviente de la tragedia de Osasco que usted presenció hace exactamente 15 años. Yo estaba allá, en aquella madrugada de viernes, cuando el techo de la Universal cayó de manera repentina.
Perdimos a familiares, amigos y conocidos, pero no desistimos de nuestra fe.
Lloramos con usted y con toda la familia Universal, pero nunca dejamos de mirar hacia el Altar. El relato que usted hace en su libro «Nada a Perder 2» es tan conmovedor como real.
Nuestro sufrimiento fue realmente profundo, superado solo por la certeza de que «todo coopera para el bien de los que aman a Dios».
El último día 25, también una noche de viernes, esta convicción fue renovada.
Una concentración de fe, realizada por el obispo Jadson Santos, llenó la Universal en la ciudad de Osasco con más de 4 mil personas.
Más de mil sillas extras tuvieron que ser esparcidas por nuestro templo, tamaña era la sed del pueblo en conocer al Dios vivo.
El resultado es que millares de vidas continúan siendo salvadas en Osasco y, lo más impresionante: las catedrales se esparcieron por el mundo ¡y, en breve, vamos a contemplar la espléndida inauguración del Templo de Salomón!
El mismo Dios que estaba con nosotros esa madrugada continúa guiando a la Universal.
Obispo, ¡qué alegría difícil de explicar!
Jeferson Ricardo da Silva, obrero de Osasco hace 18 años.
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